6 mujeres de la historia de México

Seis mujeres de la historia de México

Mujeres para el diálogo


La Valentina

(Valentina Gatica). Fue una mujer del pueblo que durante la Revolución Mexicana se ganó un puesto reconocido como un soldado más de la tropa en el frente de batalla, portando dos carrilleras terciadas sobre el pecho, y con una carabina 30-30 al hombro.

María Luisa Martínez (1790-1817).

Originaria de Erongaricuaro, Mich, sirvió especialmente de correo entre los insurgentes que peleaban por la independencia nacional, contra los realistas. Antes de ser fusilada pregunto: “¿Por qué tanta obstinada persecución contra mí? Tengo derecho a hacer cuanto pueda en favor de mi patria, porque soy mexicana. No creo cometer ninguna falta con mi conducta, sino cumplir con mi deber”.

Amalia Robles Dávila (1891-1984).

Mujer campesina, zapatista, llegó al grado de coronela en el Ejército Libertador del Centro y del Sur.

Carmen Serdán.

Revolucionaria poblana, hermana de Aquiles Serdán. Ella, su esposo, hermano y otros familiares integraban una célula revolucionaria que realizaría un levantamiento armado en 1910 en coordinación con otros grupos revolucionarios. Al ser descubiertos se defendieron hasta que se les agotaron las municiones, quedando presos ella, su madre y cuñada, siendo asesinados sus hermanos y esposo.

Juana Gutiérrez de Mendoza (1875-1942).

Nació en Durango, maestra normalista, combinó su actividad con la lucha de los trabajadores por una sociedad más justa. Sus ligas con las organizaciones obreras y campesinas fueron frecuentes y se distinguió como organizadora y periodista. Fundó el periódico “Vesper” y “El Desmonte”, tuvo relación con los hermanos Flores Magón. Muchas veces es encarcelada por su labor contra la dictadura de Porfirio Díaz.

Benita Galeana (La compañera de las trenzas).

Mujer campesina del Edo. de Guerrero, luchadora, miembro del partido comunista. Un día, al dejarla libre de la cárcel, comenta: “Nos pusieron en libertad, nosotras estábamos encantadas, porque les habíamos hecho comprender que nosotras las comunistas, no necesitábamos nada, ni le pedíamos nada al presidente asesino de trabajadoras. Les demostramos que nosotras sabemos imponernos, y hacer valer nuestros derechos en cualquier parte”. (Aún vive).

 

«Mujeres para el diálogo», México.