Biopiratería y derechos indígenas

Biopiratería y derechos indígenas

Bárbara J. Fraser


Grupos indígenas en diversas partes de América Latina se están organizando para luchar contra una nueva ola de usurpación de recursos naturales: la piratería de recursos biológicos, generalmente por investigadores extranjeros o empresas transnacionales.

La «bioprospección» -la búsqueda de sustancias naturales con propiedades curativas- es tan antigua como la humanidad, pero ha evolucionado en el último siglo hasta abarcar diversas ramas de la ciencia: biología, química, farmacología y ecología. Alrededor de un 57% de las 150 drogas más recetadas por los médicos tienen un origen biológico, aunque el ingrediente activo podría ser en parte o totalmente sintético. La lista incluye al antibiótico amoxicilina (hongo), o el broncodilatador albuterol (planta) y el antihipertensivo lisinopril (derivado del veneno de picadura de víbora).

Los problemas aparecen cuando chocan intereses, cosmovisiones y sistemas económicos diferentes. La mayoría de los buscadores de patentes están en países industrializados, mientras que la diversidad biológica más extensa está en los países menos desarrollados. India está protestando por una patente obtenida por la empresa texana Rice Tec Inc de la línea genética del arroz basmati, mientras que organizaciones indígenas están demandando la paralización de otro proyecto en Chiapas, México, porque está utilizando el conocimiento indígena sin su consentimiento.

Las comunidades indígenas son cada vez más recelosas de los investigadores extranjeros que aprenden sus conocimientos, se llevan muestras de plantas para posteriores estudios y sus potenciales ganancias. Algunos líderes indígenas demanan compartir los beneficios, pero no siempre queda claro si las ganancias deben ser divididas. Además, el concepto de patente es extraño a las culturas indígenas, que consideran el conocimiento tradicional de propiedad comunal.

La urgencia de obtener ganancias de la naturaleza también puede provocar daños ambientales. Cuando se desarrolló Taxol(r), la droga contra el cáncer, la demanda por la sustancia activa, paclitaxel, derivada de la corteza del tejo del Pacífico (Taxus brevifolia), amenazó la sobrevivencia del árbol, hasta que investigadores encontraron una manera de utilizar las agujas renovables. Los arrecifes de coral han sufrido daños por los bioprospectores que recolectan muestras marinas. Y ambientalistas ecuatorianos se quejan de que la extracción indiscriminada de cortezas destruyó muchas plantas de sangre de drago (Croton lechleri), a la vez que grandes extensiones de bosques tropicales fueron talados para cultivar la planta, usada como remedio para transtornos intestinales.

El caso conflictivo más publicitado ocurrió el año pasado, cuando la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), respaldada por el Center for International Environmental Law y Alianza Amazónica, ambas con sede en Washington DC, presentó una solicitud para revocar la patente registrada por un ciudadano estadounidense de su planta más sagrada: Banisteriopsis caapi o yagé, usada en rituales religiosos por los pueblos indígenas de toda la cuenca amazónica.

«Nuestra preocupación no es (solamente) la cuestión comercial, de si se pueden comercializar o no los productos derivados de esta planta. Es también una cuestión cultural y espiritual», dijo Antonio Jacanamijoy, coordinador general de la COICA.

Voceros de la COICA dijeron que no objetan el uso de sus conocimientos tradicionales en las investigaciones de remedios naturales que podrían tener un amplio valor medicinal. Pero quieren que ese conocimiento les sea reconocido, y poder compartir los beneficios. Aunque los científicos afirman que sólo un pequeño porcentaje de muestras de plantas tomadas en «bioprospección» resultan en drogas comercializables, cuando hay éxito puede significar ventas multimillonarias en dólares para las empresas farmacéuticas. No sorprende que poco o nada de ese dinero retorne al país o a la comunidad donde se tomó la muestra de la planta o animal. Sin embargo, algunos críticos son escépticos sobre la posibilidad de compartir las ganancias.

“El interés del descubrimiento de nuevas drogas que va en beneficio de toda la humanidad es completamente legítimo. No podríamos estar en contra de eso. De lo que sí estamos en contra es... de que se establezcan derechos monopólicos y exclusivos” sobre los recursos naturales, dijo Lucía Gallardo, de Acción Ecológica, organización ambientalista con sede en Quito, Ecuador, que está demandando una moratoria a la bioprospección en ese país.

Una controversia aún mayor gira alrededor de las muestras de sangre tomadas de pueblos indígenas en diversos países, y luego usadas para investigación principalmente en EEUU, como parte de un proyecto para trazar un mapa del genoma humano. En muchos casos -afirman líderes indígenas- las muestras fueron tomadas de manera engañosa, y en otros los científicos han patentado elementos del ADN de algunos de ellos. En el caso de una mujer ngöbe de Panamá las protestas fueron tan fuertes que los propios científicos rescindieron la patente.

Las enormes ganancias potenciales para las empresas multinacionales harán que la biopiratería se convierta en un tema de creciente preocupación para grupos indígenas y movimientos ambientalistas en América Latina. Mientras las organizaciones indígenas actúan y educan a sus miembros ante la amenaza, los países de la región también deben aprobar -y hacer cumplir- una legislación que proteja los derechos de los pueblos indígenas para controlar la utilización de sus conocimientos y sus recursos biológicos y genéticos, y poner freno a este nuevo tipo de piratería.

Páginas sobre el tema

-Confederación de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA): www3.satnet.net/coica

-Convención sobre la Diversidad Biológica: www.biodiv.org

-Indigenous Peoples Biodiversity Network: www.ibin.org (en inglés)

-Rural Advancement Foundation International: www.rafi.org (en inglés con algunos artículos en castellano. Es una de las principales ONGs trabajando el tema y la información en esta página está muy completa.)

-Center for International Environmental Law: www.ciel.org (en inglés; este centro está asesorando a la COICA en el caso de la ayahuasca)

 

Bárbara J. Fraser
Noticias Aliadas, Lima, postmaster@acna.org.pe