Construyendo redes de solidaridad

 

Construyendo redes de solidaridad, ElsaMarie D´Silva, India

En diciembre de 2012, Jyoti Singh, una pasante de fisioterapia de 22 años, fue violada en grupo varias veces en un autobús en Delhi. Posteriormente, a consecuencia de sus heridas, perdió la vida. Este incidente fue extremadamente brutal provocó un intenso debate sobre el tema de la violencia sexual y de género. El incidente de Jyoti desencadenó en mí muchos recuerdos de acoso que había omitido a lo largo de los años: manoseos en un tren cuando tenía 13 años, acoso sexual en el trabajo y piropos en la calle, entre otros.

Posteriormente, lancé la plataforma Safecity para documentar de forma anónima incidentes personales de violencia sexual y de género. Nuestra teoría del cambio se basa en el modelo ecológico de prevención de la violencia, que se centra en los factores comunitarios en lugar de centrarse en la prevención individual. Creemos que, al alentar los autoinformes de agresiones sexuales no denunciadas, las comunidades pueden documentar y comprender el nivel exacto y la naturaleza de las agresiones sexuales locales y que estos datos pueden ser utilizados por las comunidades para la prevención. El detalle que brindan estos informes dice más que la ubicación/ hora/fecha, puesto que proporciona una imagen de la realidad vivida por las víctimas. Estos informes también descubren espacios que ofrecen “cobertura” para que ocurran incidentes y revelan normas de comportamiento sexualmente violento en estos espacios, que se refuerzan cuando no se hace nada. Estos informes brindan un alivio catártico a las víctimas y proporcionan un mecanismo para que las víctimas adviertan a otras posibles víctimas.

Creemos que los residentes de la comunidad deben actuar en conjunto para abordar la agresión sexual. Los estudios sugieren que incluso si las personas reciben mensajes de que la violencia sexual es inaceptable, es posible que otros miembros de la comunidad sigan enviando mensajes que apoyan la violencia sexual, lo que hace que el mensaje original sea ineficaz. Debido a que la plataforma Safecity genera mapas de grupos, los ciudadanos y las organizaciones comunitarias pueden utilizar los datos para fines individuales y colectivos. Además, la plataforma -que incluye una aplicación web, aplicaciones móviles Android e iOS - se lanza a través de un diálogo continuo, los residentes y los líderes comunitarios pueden trabajar juntos para crear soluciones innovadoras. Si las comunidades crean los datos y las soluciones, estas tienen más posibilidades de tener éxito.

A lo largo de los años, hemos acumulado ejemplos en la India y en el extranjero, que muestran como nuestras organizaciones socias y las personas han utilizado el conjunto de datos de Safecity para educar a las comunidades sobre la continuidad de la violencia, desafiar las normas culturales dañinas que promueven la violencia de género y abogar por una legislación más estricta o por la implementación efectiva de las leyes existentes. Uno de los primeros proyectos de Safecity fue trabajar con una comunidad en Mumbai. Las residentes del suburbio de Bandra, después de ver el conjunto de datos de su área, realizaron un trabajo colectivo de lluvia de ideas y soluciones. Después hicieron llegar sus ideas a las autoridades clave. Como resultado, la policía cambió sus horarios de patrullaje para que coincidieran con los momentos en que el acoso se denunciaba con mayor frecuencia en Safecity e instaló cámaras de televisión de circuito cerrado en los cruces conflictivos. La comunidad creó redes de información para una rápida difusión de noticias y otros sistemas de apoyo. Estas intervenciones fueron tan efectivas que la tasa de criminalidad disminuyó.

Nuestro equipo en Safecity usó el mismo modelo en Delhi con estudiantes de campus universitarios y con organizaciones sin ánimo de lucro de comunidades de bajos ingresos. Dio como resultado la exigencia de responsabilidades y generó cambios. Estas interacciones e intervenciones me hicieron comprender que en Safecity estábamos alterando estructuras patriarcales centenarias y estereotipos que perjudicaban a las mujeres, las hacían vulnerables al abuso y limitaban sus oportunidades. Las familias de muchas niñas y mujeres jóvenes, con el pretexto de supuestamente proteger su seguridad, restringieron su acceso a los espacios públicos y restringieron su movilidad. Debido a este tipo de restricciones y experiencias de acoso o agresión, muchas mujeres jóvenes optaron por no continuar su educación o aceptar un trabajo. Si lo hacían, a menudo se comprometían a elegir una institución educativa cerca de casa, independientemente de si era la mejor oferta o si tenía el curso de su elección. O pueden haber pagado alrededor de 300$ adicionales por opciones de transporte más seguras, pasando a transporte privado o viajes en taxi compartidos en lugar de usar el transporte público (Borker, G., 2021).

Con nuestro enfoque metodológico comunicativo, pudimos llevar a las mujeres y las niñas y sus comunidades a un diálogo igualitario. Queremos ayudar a las comunidades a usar los datos de Safecity para que las víctimas puedan comprender y transmitir a la comunidad la violencia que experimentan y diseñar sus propias soluciones. Nuestra intervención saca a la luz la violencia que experimentan las mujeres y las niñas como parte de su vida cotidiana, incluido el acoso físico, como el manoseo, y el acoso no físico, como los silbidos y el acecho/seguimiento. Como parte de la intervención comunitaria, se capacita a mujeres y niñas que participan en las campañas de vecindario o campus seguro para revisar los datos anónimos y analizar patrones y tendencias emergentes de violencia. Las mujeres y las niñas ofrecen más información sobre los factores que contribuyen a que ocurra la violencia. Este proceso de descubrimiento y diálogo aporta claridad a contextos locales únicos y permite a los políticos crear soluciones claramente locales con sus comunidades (Gómez, A. y otros., 2019).
Como resultado de estas intervenciones, el equipo de Safecity puede involucrar a hombres y niños para que sean aliados en lugar de perpetradores. Al ver los datos y escuchar las historias de cómo se sienten las niñas, se dan cuenta del impacto de su comportamiento e incluso pueden unirse a la campaña sobre vecindarios seguros con las niñas. Muchos hombres y niños, después de ser invitados a dialogar sobre un tema, ver los patrones y tendencias en los datos y presenciar el dolor que enfrentan las mujeres y las niñas, se han convertido en aliados. En Pune, al ver los datos sobre incidentes locales de acoso, la comunidad en su conjunto sintió que necesitaba reclamar mejores servicios e instalaciones para hacer que el área fuese más segura, al tiempo que creaba conciencia para el cambio de comportamientos.

A medida que crece Safecity, soy consciente de no crear ni perpetuar sistemas patriarcales que exacerben los desequilibrios de poder entre los profesionales del desarrollo y las comunidades a las que servimos. Por diseño, los datos de Safecity no sólo son de colaboración colectiva, sino también de código abierto. A través de "cajas parlantes"(“talking boxes”), Safecity acepta formularios en papel que luego personas de la misma comunidad cargan en la plataforma digital. Una función de "llamada perdida" permite a las usuarias llamar gratis y documentar su historia. Safecity ha creado consolas que permiten simplificar la comprensión e interpretación de los datos.

Una de las lecciones que he aprendido en los últimos diez años en el sector del impacto social es que ser paciente y empática, y escuchar profundamente ha sido parte de un proceso importante, aunque puede resultar incómodo. Significa renunciar a la mayor parte del poder para dejar espacio a las personas con las que trabajamos, para que puedan tomar sus propias decisiones mientras les apoyamos y facilitamos su éxito. Cuando los profesionales del desarrollo empoderan a las personas con herramien-tas y recursos o ayudan a otras organizaciones a desarrollar su capacidad para acceder a la financiación, las organizaciones sin ánimo de lucro, recuperan la acción local y la comunidad puede luchar contra las estructuras coloniales y patriarcales.