Dominicos por la Justicia y la Paz

Dominicos por la Justicia y la Paz
Un ejemplo a imitar por otras Familias...
 

Jelson Oliveira


La Familia Dominicana, formada por frailes, hermanas, laicos y laicas, tiene como misión llevar el mensaje del Evangelio a todo el mundo, y de manera especial a los lugares de frontera, donde el desafío de la justicia y de la paz es más urgente. La Orden de los Frailes Predicadores, heredera del carisma de su fundador Santo Domingo, tiene una larga historia de defensa de los derechos humanos (DDHH) en el mundo. En el siglo XVI, Fray Francisco de Vitoria y la Escuela de Salamanca, en España, establecieron los fundamentos teóricos de la moderna problemática de los DDHH. En el mismo siglo, Fray Bartolomé de las Casas y Fray Antonio de Montesi-nos se destacaron en la defensa de los derechos de los indígenas en América Central.

Inspirada en esta historia, hace 11 años la Familia Dominicana en Brasil decidió crear su Comisión de Justicia y Paz, que reúne actualmente cerca de 150 hermanos y hermanas que están actuando en los más diferentes frentes de la defensa de los DDHH. Actual-mente, la Comisión, que se reúne actualmente, está subdividida en 5 grupos de trabajo: tierra y derechos, relaciones de género, teología y pastoral, conciencia negra e indígena, ciudad y derechos, solidaridad nacional e internacional, y defensa del niño y del adolescente.

Una ONG de derechos humanos, “Dominicos para la Justicia y la Paz”, fue creada en 1998 para dar testimo-nio del mensaje evangélico ante la ONU, y pretende contribuir a denunciar en el ámbito internacional las injusticias sociales y las violaciones de los DDHH; promover un foro internacional para miembros de la familia dominicana que actúan como defensores de los DDHH y al mismo tiempo apoyar las víctimas de las violaciones; y trabajar articuladamente con organizacio-nes gubernamentales locales e internacionales.

En conjunto con “Franciscans International” (la ONG similar de la Familia Franciscana) mantenemos una oficina en Ginebra, Suiza, para garantizar una presencia permanente (con estatus consultivo) ante la ONU, a fin de promover una mayor articulación del trabajo de defensa de los DDHH en las instancias internacionales, respondiendo a los pedidos de la comunidad internacio-nal de intervenciones de la familia dominicana y franciscana en asuntos de justicia y paz.