El ALCA que viene

¡NO AL ALCA!
IIª Cumbre de los Pueblos de las Américas
 

Marlon Carrión


Nosotros, delegadas y delegados de la Segunda Cumbre de los Pueblos de las Américas, declaramos nuestro rechazo al proyecto del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que se ha venido negociando conjunta y secretamente entre los jefes de estado y de los gobiernos y el Foro de los Empresarios de América.

¿Quienes somos? Somos la Alianza Social Continental y venimos de todos los rincones de América para que se escuche la voz de las organizaciones sindicales, po-pu-la-res, de medio ambiente, de mujeres, grupos de derechos humanos, de solidaridad internacional; de asociaciones indígenas, campesinas, ecuménicas y de estudiantes.

Nosotros rechazamos este proyecto de liberalización del comercio y de las inversiones, de desregulaciones y privatizaciones. El proyecto neoliberal es racista, sexista y depredador del medio ambiente. Nosotros proponemos la construcción de nuevas vías de integración con-ti-nen-tal basadas en la democracia, la igualdad, la solidaridad, el respeto al medio ambiente y a los derechos humanos.

PROMESAS INCUMPLIDAS

Desde la Cumbre de Miami de 1994, los jefes de estado y de gobierno acordaron fortalecer la democracia y los derechos humanos, a mantener la educación, y a reducir la pobreza en las Américas. No es la primera vez que los presidentes y jefes de estado prometen un mundo mejor. No es la primera vez que nos piden que esperemos los frutos del libre comercio.

El proyecto del ALCA es un estatuto de derechos y libertades para los inversionistas, consagrando la supremacía del capital sobre el trabajo, transformando la vida y el mundo en mercancías, negando los derechos humanos, saboteando la democracia y minando la soberanía de los Estados.

LAS ASIMETRÍAS EN LAS AMÉRICAS

Vivimos de hecho en una América marcada por la iniquidad y una injustificable desigualdad política y económica: una población de 800 millones de personas, en la que 500 millones viven en América Latina, la mitad de ellos en la pobreza; una deuda de 792 mil millones de dólares, de la cual se pagaron 123 mil millones de dólares como servicio de la deuda, solo en el año 1999; una con-cen-tración de capital, de tecnología y de patentes, de los cuales EEUU y Canadá concentran el 80% del peso económico, con un mercado de trabajo donde el 84% de los empleos se sitúan en el sector informal (sin voz y sin derechos) y donde los derechos laborales son constantemente transgredidos.

Los acuerdos de libre intercambio:

-agravan las desigualdades entre los ricos y los pobres, entre hombres y mujeres; entre los países del norte y los países del sur; y destruyen la cadena ecológica entre la especie humana y el medio ambiente. Conducen a la economía hacia la exportación, en per-juicio de las comunidades locales. Estamos viendo la consolidación del poder económico y legal corporativo en detrimento del poder de los pueblos.

-favorecen la mer-can-tilización de los bienes comunes de la humanidad y del planeta, (agua, patrimonio genético...). La lógica neoliberal reduce a los ciudadanos a simple con-su-mi-dores y por último en mercancías, y favorece la rentabilidad a corto plazo sin con-si-de-rar los costos ambientales y sociales de los bienes y servicios.

-amenazan la agri-cul-tura local, sobre todo el trabajo de las mujeres, bajo la presión de las grandes industrias agroa-li-men-ta-rias y de las políticas de “dumping”, poniendo en peligro la seguridad alimentaria.

-propician la privatización sistemática de los bienes comunes tales como la salud, la educación, y los programas sociales a partir de los Programas de Ajustes Estructurales en los países del sur y los sectores presupuestarios en los países del norte. Utilizan el trabajo de las mujeres quienes deben asumir tareas colectivas que han sido abandonadas por el estado.

-propician la mar-gi-na-ción de los pueblos indígenas y de la comercialización de su sabiduría ancestral.

-implican una feminización creciente de la pobreza y la exacerbación creciente de las ya existentes desigualdades entre hombres y mujeres: las desigualdades salariales; condiciones de trabajo degradantes y por lo general sin posibilidades de sindicalización; el trabajo no re-mu-ne-ra-do de las mujeres en los hogares y en la comunidad; sufriendo además la mercantilización de sus cuerpos –siendo el tercer comercio más lucrativo, después del tráfico de armas y drogas- siendo víctimas de una creciente violencia intrafamiliar y de la violación de sus derechos fundamentales.

-van de la mano con la militarización de sociedades enteras, como es el caso del Plan Colombia, que se apoya en el tráfico de armas.

No es posible negociar en un contexto como éste.

LO QUE NOSOTROS QUEREMOS ES...

Construir puentes entre los pueblos de las Américas, sustentados en la pluralidad de nuestra historia y de nuestras culturas; fortalecer mutuamente la práctica de una democracia representativa y participativa; compartir la misma pasión por el respeto absoluto a los derechos humanos y comprometernos a hacerlos respetar; vivir finalmente una verdadera igualdad entre las mujeres y los hombres; proteger a los hijos; tener acceso a los recursos mutuos, respetando al medio ambiente, compartiendo las riquezas de manera solidaria.

Exigimos el respeto de los derechos sindicales y de los derechos laborales como los derechos a la sin-di-ca-li-zación y a la negociación de convenios colectivos.

Queremos anteponer los derechos individuales y colectivos tal como están definidos en los tratados internacionales por sobre los acuerdos de libre comercio.

Queremos Estados promotores del bien común capaces de intervenir activamente y asegurar el respeto a estos derechos; fortalecer la democracia; asegurar la producción y la distribución de la riqueza; garantizar el acceso universal y gratuito a una educación pública de calidad, y a los servicios de salud, particularmente en lo que se refiere a los derechos reproductivos de las mujeres; eliminar todo tipo de violencia contra la mujer y los niños; velar por el respeto al medio ambiente para las generaciones presentes y las generaciones futuras.

Queremos inversiones socialmente productivas y ecológicamente responsables. Las reglas que se aplican a escala continental deben promover las inversiones extranjeras que garanticen la creación de empleos de calidad, una producción duradera y una estabilidad económica que controle la inversión especulativa.

Queremos un comercio justo.

Hacemos un llamado a los pueblos de las tres Américas a intensificar las movilizaciones para combatir el proyecto del ALCA y a construir alternativas de integración basadas en la democracia, la justicia social y un desarrollo sostenible.

¡ OTRA AMÉRICA ES POSIBLE !

No al ALCA

Qué significa “ALCA”?

Significa Área de Libre Comercio de las Américas, y es un acuerdo impulsado por EEUU que pretende asegurar la libre circulación de las mercancías y el capital en todo el continente americano. Bajo la falacia de la libertad comercial, el objetivo es generar un espacio de hegemonía para EEUU que, como economía dominante, tendría sobre Japón y la Unión Eu-ropea un acceso privilegiado a los mercados latinoa-me-ri-ca-nos.

Cómo surge el ALCA?

Es el resultado de un proceso de negociación, secreto en cuanto a sus contenidos, iniciado en 1994, que llevaría al establecimiento de un área de libre comercio en toda América en el 2005, o 2003 si se impone su adelantamiento.

Qué impacto concreto tiene?

El ALCA implica una extensión del NAFTA (acuerdo de libre comercio entre EEUU, Canadá y México) a todo el continente. El proyecto del ALCA se extiende además a los servicios y otorga a las empresas el derecho a prestarlos, con la excepción de aquellos brindados por el Estado gra-tui-ta-mente, cuestión que abre la posibilidad de pri-va-ti-zación entre otros de los servicios de salud, educación, de sa-nea-miento (privatización del agua); postales y de comunicación.

En Argentina se ha constituido el “Comité de Mo-vi-li-za-ción contra el “ALCA". Entre las “10 razones para decir NO al ALCA”, menciona:

-Las negociaciones, iniciadas en 1994, fueron conducidas en el mayor secreto. Ni los pueblos de la región, ni orga-niza-ciones sindicales y sociales, ni los parlamentos, pudieron participar en los debates ni conocer el detalle de los acuerdos.

-Degrada los derechos laborales y las condiciones de trabajo: los efectos de la libre importación de mercancías llevan al sector industrial local a una completa desaparición, elevando los altos índices de desempleo que ya castigan a nuestros países.

-Aumento la destrucción del medio ambiente y la salud: el ALCA exige que cualquier regulación en estos sectores no sea un obstáculo para el comercio y la inversión, reservándose las empresas el derecho a querellar legalmente a los Estados.

-El ALCA transforma los servicios sociales en mercancías, reservados sólo para aquellos que los puedan pagar.

El PIB (Producto Bruto Interno, o sea la totalidad de la producción) de EEUU es 16 veces mayor que el brasileño, 25 veces más que el mexicano y 30 veces que el argentino.

(Del Boletín Nueva Tierra, Buenos Aires)

 

Marlon Carrión

Desde canadá