El éxodo pendiente de la mujer
El éxodo pendiente de la mujer
Las mujeres trabajan hasta diez horas más a la semana que los hombres, pero sus salarios son entre un 50 y un 80% más bajos, según el informe “Más y mejores trabajos para las mujeres” de la Organización Internacio-nal del Trabajo (OIT).
Esta discriminación salarial es del 25% en los países industrializados, que cuentan las víctimas de esa desigualdad por millones, ya que el 45% de todas las mujeres con edades entre los 15 y 64 años son económi-camente activas en el mundo en la actualidad. Este fenómeno aumenta a medida que la mujer se incorpora al mercado laboral, lo que se ha hecho en forma significa-tiva en las últimas décadas. Así, más del 50% de la población femenina de los países industrializados tiene un trabajo asalariado, proporción que hace veinte años era en Europa Occidental del 37% y del 30% en EEUU.
Se calcula además que 7 de los 8 millones de personas que se incorporaron al mundo del trabajo en Europa Occidental en el período 1980-1990 eran mujeres. Las mujeres son también las más afectadas por el desempleo, que en algunos países industrializados es un 50% superior al de los varones.
“A pesar de los avances que se han experimentado y de todos los discursos políticos, la realidad es que las actividades económicas de las mujeres siguen concen-tradas en modalidades de empleo escasamente remune-radas, de baja proctuctividad y de gran precariedad”, afirma la autora del informe, Lin Lim.
Uno de los sectores económicos con mayores diferencias entre tiempo trabajado, salario y sexo, es el agrícola, en el que la mayor parte de las trabajadoras perciben en promedio remuneraciones que corresponden a tres cuartos del salario pagado a los hombres por el mismo trabajo Según Lim, “nada indica por ahora que esa diferencia se esté reduciendo”, realidad que es extensiva a otros sectores económicos independien-temente del nivel de desarrollo del país en cuestión.
En su opinión, esas diferencias salariales se nutren de la discriminación que sufre la mujer desde la infancia y a partir de la propia escuela, por la que nunca pisaron más del 90% de las niñas de muchas naciones africanas y asiáticas.
El resultado es que las mujeres representan el 65% de la población mundial analfabeta y el 70% de la que vive en el umbral de la pobreza. “Discriminación en la escuela y consecuentemente también en la vida laboral”, subraya Lim, que cita entre otras formas flagrantes de discrimina-ción en el mercado de trabajo la desigualdad en la contratación y la promoción y en el acceso a la formación y a la readaptación profesional.
Completan esa relación la discriminación de las mujeres a la hora de acceder a créditos y a otros recursos productivos, la desigualdad en la remuneración por igual trabajo y la exclusión en el proceso de toma de decisiones.
El 80% de la fuerza de trabajo en las zonas francas de exportación en Asia está constituida por mujeres y el 71% de las trabajadoras de América Latina y Caribe se concentra en el sector de los servicios . Incluso en los sectores mejor remunerados, las mujeres ocupan los niveles inferiores de la escala de salarios. Así, cerca de dos tercios de las mujeres empleadas en la manufactura están empleadas como obreras y operadoras, mientras que sólo el 5% ocupa puestos profesionales y técnicos, y un 2% cargos administrativos y de dirección.
En todo el mundo se calcula que las mujeres, que representan el 40% de la fuerza laboral mundial, sólo ocupan el 16% de los puestos de gestión y menos del 6% de la cúpula de dirección.
La igualdad de oportunidades y de trato para las mujeres en el empleo sigue siendo una meta que hay que esforzarse por alcanzar en todo el mundo. La fuerza laboral femenina, relativamente barata, ha servido de piedra angular para la industrialización y la competiti-vidad internacional en muchos países en desarrollo.
Mujer y trabajo
La mujer recibe salarios que son 25% inferiores al de los hombres (en promedio mundial).
70% de las personas que viven en situación de extrema pobreza son mujeres.
65% de los 1.000 millones de analfabetos son mujeres.
Más de 45% de las mujeres de 15 a 64 años tienen una actividad laboral.
Las mujeres representan del 65 al 90% de los empleos a tiempo parcial de los 28 países de la OCDE
Las mujeres trabajan por lo menos 2 horas más por semana que los hombres y con frecuencia 5 a 10 horas más.
La tasa de desempleo de las mujeres es de 50 a 100 % superior a la de los hombres, en 2/3 de los países industrializados.