El planeta azul

El planeta azul

Antonio Pérez Esclarín


Los científicos del planeta V3 pertenecientes a la galaxia Imaginaria, lograron reunir una serie de indicios de que existía vida en aquel minúsculo planeta azul. Y enviaron unos emisarios a que averiguaran. Estuvieron un tiempo camuflados viviendo con los terrícolas, sin darse a conocer. Cuando regresaron a su galaxia y a su planeta, presentaron un largo informe, del que copiamos algunos trozos:

«Sí, hay vida y muy variada en el planeta azul, cuyos habitantes llaman tierra. Está habitado por unos seres muy violentos que han desarrollado una increíble capacidad de destrucción. Gastan inmensas fortunas para aniquilarse unos a otros, pero no son capaces de combatir la pobreza, la miseria y el hambre. Tienen almacenada una gran cantidad de armas nucleares con las que podrían acabar con todo vestigio de vida. Mientras algunos botan los alimentos, gastan enormes cantidades para bajar de peso y hasta se operan para quitarse la gordura, otros muchos mueren de hambre. Les encanta matar los árboles, los ríos, los animales, y hasta están empecinados en acabar con los océanos, en los que descargan basuras y materiales tóxicos. Algunos viven en palacios y tienen varias mansiones, mientras otros muchos duermen en la calle por no tener cobijo. Adoran el dinero y, para obtenerlo, están dispuestos a todo: hasta a matarse unos a otros. Sobresalen por sus incoherencias y sus mentiras: aseguran que todos son iguales, y hasta lo proclaman en sus constituciones, pero se desprecian unos a otros, se esclavizan y tienen unas diferencias de sueldos y de niveles de vida increíbles. Todos los políticos repiten una y otra vez que aspiran a gobernar por su vocación de servicio, pero luego se dedican a servirse de la política y de los demás en su propio beneficio. Dicen que quieren mucho a los niños, pero algunos los golpean, los abandonan, los utilizan, los ponen a trabajar en condiciones vergonzosas, los prostituyen e incluso asesinan. En algunos países supuestamente más desarrollados, los están sustituyendo por mascotas».

Seguía el informe presentando una gran variedad de datos y de situaciones increíbles. Y los autores lo concluían de este modo: «Por todo esto, estamos convencidos de que los habitantes del planeta tierra han desarrollado un tipo de inteligencia irracional y autodestructiva, totalmente desconocida por nosotros. Posiblemente, pronto culminarán su tarea y lograrán destruirse por completo».

 

Antonio Pérez Esclarín

Caracas, Venezuela