EN EL APRENDIZAJE DE LA VIDA: JÓVENES Y MAYORES EN DIÁLOGO

 

JONATHAN FÉLIX DE SOUZA Y MARCELO BARROS

(DIÁLOGO INTERGENERACIONALCAMINO
DE PAZ Y NO VIOLENCIA)

En las reflexiones del Papa Francisco en el libro "Dios es joven", la juventud es entendida como un período de profunda transformación social y espiritual, esencial para la construcción de la paz a través del diálogo intergeneracional y la no violencia activa. La obra, nacida de encuentros con el periodista Thomas Leoncini e influida por las ideas del sociólogo Zygmunt Bauman, aparece en un momento crucial en el que los jóvenes, cada
vez más conscientes de los desafíos ecológicos y sociales, buscan su lugar en el mundo.
En esta reflexión, el Papa Francisco desafía la visión convencional de Dios como simple figura paterna, incluyendo aspectos más relacionales y vinculados a la juventud. En una sociedad patriarcal, Dios es visto como Señor y Padre. En el evangelio de Jesús y en otros caminos de espiritualidad, el Espíritu Divino es una energía de Amor que surge siempre como novedad transformadora y renovadora. En la espiritualidad cristiana tradicional, desde antiguo, una conocida invocación de las comunidades al Espíritu es: “Envía, oh Dios, tu Espíritu y renovarás la faz de la tierra” (Salmo 104, 30).
Este enfoque vislumbra que el camino de búsqueda de la intimidad divina incluye la necesidad de una renovación permanente, lo que supone una mayor centralidad de los jóvenes en la sociedad. Es algo más necesario aún en sociedades basadas en el consumismo que a menudo los utilizan y descartan. El libro busca restaurar la esperanza
y el sentido de pertenencia entre los jóvenes, además de ofrecer una nueva perspectiva sobre su papel y valor en la construcción de un futuro más justo y pacífico.
También el Papa Francisco busca transmitir algo profundo y liberador, al insistir en la necesidad de dar una mayor centralidad a la juventud en nuestra sociedad. Propone la atención y el cuidado como parámetros sociales que devuelven a la juventud el sentido de pertenencia y arraigo. Destaca la importancia del diálogo con las personas
mayores como medio para que los/las jóvenes reciban memoria y raíces, fundamentales para sustentar sus historias e identidades. Considera a las juventudes como "profetas" y a las personas mayores como "soñadoras", ambos elementos necesarios para la "Revolución de la ternura", imprescindible para la salvación de una sociedad desarraigada de valores.
El Papa enfatiza que los/las jóvenes no deben conformarse con la corrupción o las enfermedades sociales, sino ser agentes de cambio y propagadores de esperanza. Advierte sobre el peligro de caer en un movimiento corrupto, destacando la necesidad de una postura activa contra la injusticia.
Basándonos en esas reflexiones del libro "Dios es Joven", proponemos algunos consejos prácticos, tanto para jóvenes como para mayores, con el fin de promover la transformación social y espiritual, y construir la paz a través del diálogo intergeneracional y la no violencia activa. Se pueden pensar en otros consejos en el diálogo de cada lugar:
Valora el aprendizaje recíproco: Entiende que cada persona, sin importar la edad, siempre tiene algo que enseñar y algo que aprender. Este intercambio enriquece y fortalece los vínculos intergeneracionales.
Evita la trampa de lo provisional: Reconoce la tendencia de la sociedad a aferrarse a lo provisional, casi como desechable, y cuestiona la ilusión de eternidad con fecha de caducidad que suele imponer la sociedad capitalista.
Sé protagonista de tu propia historia: Busca actividades que te desafíen y permitan sentirte como un agente activo y no solo un espectador en la cultura del consumismo.
Mantén la esperanza y la fe: En tiempos de dificultad, recuerda que la esperanza y la fe son esenciales para superar los desafíos. La esperanza no surge del mero análisis de la realidad. Valora el realismo del análisis, pero se nutre de la elección interior del amor por la vida, la confianza en la humanidad y la decisión de superar las dificultades de cada momento. Encuentra fuerza en la espiritualidad y confía en la comunión de personas y comunidades que se dedican a la causa de la Paz y la Justicia eco-social.
Armoniza cabeza, corazón y manos: Busca el equilibrio entre pensar, sentir y actuar. Esta armonía es esencial para una vida auténtica y significativa.
Sé persona activa en la comunidad: Involúcrate en causas sociales y ambientales. Utiliza tu voz y tus acciones para promover un cambio positivo en la sociedad.
Busca educación alternativa: Además de la educación formal, indaga formas alternativas de aprendizaje que involucren experiencias prácticas, emocionales y espirituales.
Desarrolla características positivas: Cultiva el entusiasmo, la alegría, el sentido del humor y la coherencia en las acciones e interacciones diarias.
Promueve el diálogo intergeneracional – desde las juventudes: El aprendizaje mutuo ofrece la oportunidad de adquirir sabiduría y perspectiva que solo pueden surgir de la experiencia de la vida. Al interactuar con personas mayores, los/las jóvenes pueden aprender sobre la historia, las tradiciones y los valores que forman la base de su
cultura y sociedad. Estas interacciones también pueden desafiar a los jóvenes a repensar los prejuicios y abrir sus mentes a nuevas ideas.
Promueve el diálogo intergeneracional – desde las personas mayores: Entablar diálogos con los más jóvenes permite a las personas mayores mantenerse al día con las nuevas tecnologías, tendencias y estilos de vida. Esto puede ser increíblemente rejuvenecedor y puede ayudar a romper el aislamiento que a menudo acompaña al envejecimiento. El intercambio de experiencias con los jóvenes puede aportar nuevo vigor a la vida de las personas mayores, ofreciéndoles una nueva perspectiva y una nueva apreciación del presente. En la espiritualidad budista el alma es siempre joven y ser joven es la vocación de toda la humanidad, sin importar la edad. En la espiritualidad cristiana, el primer signo de que la muerte es superada por la vida es la figura de un joven que anuncia la resurrección.
La clave para construir Paz, Justicia y Cuidado de la Madre Tierra en nuestras sociedades, pasa por reconocer el valor inherente a cada generación. Al promover un diálogo intergeneracional eficaz y adoptar un enfoque de no violencia activa, podemos crear una sociedad más cohesionada, comprensiva y, en última instancia, pacífica. Inspirándonos en las palabras del Papa Francisco, podemos ver a los jóvenes no solo como el futuro, sino como participantes activos en el presente, trabajando codo a codo con las personas mayores para crear un mundo mejor para todos.