Entrar en la lucha por la demarcación de las tierras indígenas

La Iglesia debe entrar en la lucha por la demarcación de las tierras indígenas

Antonio Fernandes


«Jesús hablaba a las multitudes sobre e Reino de Dios y devolvía la salud a todos los que lo nece-sitaban» (Lc 9, 11). Todo cuanto Jesús dice y hace en los Evangelios tiene ese único sentido: el Reino de Dios, idea que atraviesa toda su vida y actividad.

Para Jesús, el Reino de Dios es radicalmente opuesto a los otros reinos existentes: estructuras despóticas, opresoras, donde ni la justicia ni la dignidad del ser humano son tenidas en cuenta. El Reino de Dios, anunciado y mostrado por Jesús, choca, de frente, con lo que la sociedad de su tiempo -y muchos de nosotros- pensamos como algo conveniente o políticamente correcto.

La función de la Iglesia es continuar trans-mi-tiendo el mensaje del Maestro, especial-mente en las realidades humanas donde la dignidad de los hijos de Dios no es respetada y el Reino está lejos de concretarse.

«La Iglesia, discípula del Espíritu de Dios, se parece a Jesús en su vida, palabra y acción. Asume la mise-ricordia y la compasión de Cristo, en relación a todo ser vivo y a la vida amenazada, como prin-cipio de toda acción evangelizadora. Tiene la con-vicción de que Dios no la quiere para sí misma, sino en función del Reino de la vida, la justicia y la paz» (Documento de la CNBB, Regional Norte I y II).

Éste es, sin duda, el caso de los pueblos indí-genas de América Latina, pueblos que, en razón de la codicia de otros, de su pretendida superioridad cultural y religiosa, y de su desenfrenado deseo de dominar y oprimir, son llevados, aún hoy día, hasta la orilla de la muerte física y cutural.

La iglesia, como discípula de Jesucristo, conti-nuadora de su obra y colaboradora en la cons-truc-ción del Reino de Dios, no puede sustraerse a la vocación de luchar por la vida y, en el caso de los pueblos indígenas, de defender la tierra tradi-cio-nalmente ocupada por esos pueblos, necesaria para su subsistencia.

 

Antonio Fernandes

Brasil