Esta Agenda y «las grandes Causas de América Latina»

Esta Agenda y «las grandes Causas de América Latina»

José María Vigil


Las «Causas»

El término es de alguna manera nuevo. Hace tiempo no se hablaba tanto de «Causas». Se hablaba más de ideales, metas, de esperanzas, hasta de utopías… Hoy día, desde hace ya un tiempo, la palabra «Causa», en ese sentido fuerte, ha entrado decididamente en el vocabulario habitual. La «Causa» o las «Causas» de una persona, grupo, comunidad o Pueblo son aquello «por lo que vive y lucha», aquello que da sentido a su vida, lo que le hace ser lo que es…

Las Causas dan identidad, generan sentido, hacen vivir. Dime por qué luchas y te diré quién eres realmente. Dime cuál es tu Causa y te diré cuánto vale tu vida.

Las «Grandes Causas»

Hay épocas en las que toda una generación se siente sacudida por una misma «indignación ética»: un llamado que convoca ineludiblemente a la acción y al compromiso. A veces toda una generación se siente unida en la comunión en una misma experiencia espiritual, en una común esperanza, en una lucha por las mismas «Causas». Esas Causas se constituyen, así, en puntos de referencia de la identidad espiritual de una generación, de un Pueblo, o de un Continente.

Son «Grandes Causas» aquellas por las que no sólo vale la pena vivir, sino también dar la vida, morir. Son Grandes Causas aquellas que no sólo convocan a individuos más o menos generosos, sino aquellas a toda una generación, a una entera sociedad, a un Pueblo, a un Continente.

América Latina y sus Grandes Causas

Ningún otro Continente se siente a sí mismo con tanta intensidad como el nuestro. América Latina es, ante todo, una realidad utópica: no existe en ninguna parte, pero está presente en todo el Continente, no como una realidad ya hecha, sino como un imaginario utópico que alimenta la identidad, el sentido, la esperanza. La Patria Grande, ese bolivariano sueño utópico que liberó y aún genera tantas energías, es ante todo una Causa, un manojo de «Grandes Causas».

Las Grandes Causas de América Latina y el talante continental con que son conquistadas cada día, genera la identidad latinoamericana. Por eso dedicamos las páginas de esta edición de la «Agenda Latinoamericana» para 1993 a «las grandes Causas de la Patria Grande». Pedro Casaldáliga las expone y glosa en su prólogo.

A lo largo de la agenda, intercaladas en el curso de los días, van páginas dedicadas a estas grandes Causas. Sin un orden lógico. Sin pretender agotar los temas. Tratando de recoger lo mejor, en plan de «antología». Páginas breves pero intensas, para meditar, para saborear, para rumiar. Textos, documentos o reflexiones que levantan el ánimo y devuelven el tesón para la lucha. No tratados completos, sino apuntes, notas breves, sugerencias oportunas.

La agenda quiere ser, así, un «libro de cabecera», no para leer de un tirón y arrinconar, sino para releer, para volver una y otra vez, para hacerse acompañar espiritualmente durante todo un año, para sentirse en sintonía con tantos hombres y mujeres que vibran con esas mismas Causas, que hacen de ellas «las Causas nuestras de cada día», que se sienten sacudidos por la misma Identidad Continental.

La agenda quiere ser también una «herramienta pedagógica». La experiencia habida en 1992 nos ha marcado: la agenda ha sido utilizada en infinidad de comunidades populares, grupos alternativos, en cursillos, talleres, centros de reflexión… Maestros, educadores populares, profesores, pastores, sacerdotes, catequistas, periodistas, redactores… la han empleado para sus actividades docentes, educativas, religiosas, profesionales… Es nuestro deseo continuar y profundizar este servicio.