EXPLICACIÓN DE LA PORTADA
Angélica María González Slovasevich
Los edificios destruidos, con parte de su estructura interna expuesta y con colores fríos constituyen la sociedad violenta, las consecuencias de las guerras y las escasas ayudas gubernamentales para mejorar la situación. En medio del mundo y de esta realidad ofensiva se encuentra la vida (la naturaleza, los animales y los seres humanos), simbolizada con el árbol que enraizado aún en las dificultades da frutos. Sentadas en la sombra del árbol hay dos ancianas que son la sabiduría ancestral y la generación antigua que nos ofrecen los frutos de su vida (sus conocimientos, sus propuestas de vida…) representados en la canasta con frutas y una niña símbolo de las nuevas generaciones que está comiendo una fruta que tiene semillas visibles pues para poder sembrar su semilla debe nutrirse de la ancestralidad. En un plano más cercano hay cuatro jóvenes, el chico ¨x ¨representa la violencia en todas sus formas: el puño cerrado indica la agresividad física, los músculos faciales contraídos y los colores azules en su piel (como si fuera una piedra) demuestra su frialdad espiritual y el maltrato psicológico que inflige en los demás por ser duro como la roca y no empatizar. Hay una chica ¨a¨ y un chico ¨b¨ que ubican su mano en el pecho y la espalda del chico ¨x¨ y de ese contacto nacen plantas figurando el naciente cambio que provoca esa acción. Enfrentan la violencia desde una acción que empieza a transformar esa realidad agresiva pero no solo desde su actuar individual sino desde el apoyo colectivo representado en la mano de otra chica puesta en el hombro de su compañera y el ave en
el hombro del chico. Desafían la violencia desde la decisión personal que emana del sentido político construido colectivamente, además que valida todas las formas de vida reflejadas en el ave (aire), los peces (mar), el caracol (tierra) y el las diferentes culturas del ser humano, los pueblos originarios en el chico con el ave, la cultura oriental en la chica con el traje largo y la cultura occidental con el chico ¨x¨ y la chica ¨a¨. Esa juventud opta por proteger la vida de la destrucción transformando desde el propio acto violento hasta las consecuencias del mismo evidenciado en todas las plantas que nacen dentro de los escombros y en el camino árido. Este plano exceptuando al chico ¨x¨ estará pintado con colores cálidos.
Todos estos cambios en la vida dan fe que un mundo diferente es posible y es precisamente ese sol esperanzador que los cumbre desde el horizonte.