Informe sobre la paridad de género en el mundo
Informe sobre la paridad de género en el mundo
Oliver Can
El Índice de Brecha Global de Género, del Foro Económico Mundial (FEM), comenzó en 2006 a medir la magnitud de la brecha entre mujeres y hombres en cuatro aspectos: salud, educación, economía y participación política, y es utilizado para ver en qué medida están distribuyendo sus recursos y oportunidades de forma ecuánime entre hombres y mujeres en los 142 países que analiza y así poder compararlos.
En general, según las últimas ediciones del Informe, la brecha entre hombres y mujeres se ha cerrado un 4% en los últimos 10 años.
En el campo económico, la brecha se ha cerrado tan sólo un 3%, y los avances hacia la igualdad salarial y paridad en el mercado de trabajo se han estancado notablemente desde 2009/2010: las mujeres no han logrado hasta ahora ganar la cantidad que ganaban los hombres en 2006. Si se extrapola esta trayectoria, es de suponer que el mundo tardará otros 118 años (hasta 2133) en cerrar la brecha económica por completo.
Respecto a educación, el segundo de los cuatro pilares del informe, los datos son contradictorios. En total, la brecha de género se sitúa ahora en un 95%, a un 5% de la igualdad. Esto supone una mejora del 92% con respecto al 2006. A nivel mundial, 25 países han cerrado la brecha por completo, y los mayores avances se han producido en el nivel universitario, en el que las mujeres ya representan la mayoría de estudiantes en casi 100 países.
Sin embargo, estos avances no han sido universales, ya que en un 22% de todos los países tenidos en cuenta en los últimos diez años se está abriendo la brecha entre hombres y mujeres en lo que respecta a la educación. También hay una notable falta de correlación entre el acceso de las mujeres a la educación y su capacidad de ganarse la vida ocupando puestos cualificados o de liderazgo. Pese a que las mujeres representan la mayoría de los estudiantes universitarios matriculados en 97 países, sólo son mayoría en puestos cualificados en 68 países, y en puestos de liderazgo, en muchos menos (sólo 4).
La salud y la supervivencia, el tercer pilar, es el más cercano a la paridad, con un 96%. 40 países han cerrado esta brecha por completo. A pesar de este alentador aumento, en total la brecha de género en salud y supervivencia se ha abierto ligeramente en comparación con 2006.
La brecha en empoderamiento político, el cuarto pilar medido por el Índice, es la más amplia. A nivel mundial, sólo el 23% de esta brecha de género se ha cerrado, pese a que esta área también ha experimentado los mayores avances, mejorando un 9% frente al 14% en 2006. Tan sólo dos países han alcanzado la paridad parlamentaria, y cuatro han alcanzado la paridad en cargos ministeriales.
Si bien ningún país ha cerrado la brecha de género total, los países nórdicos siguen siendo las sociedades más igualitarias del mundo. Desde 2015, los primeros 4 países son, por orden, Islandia, Noruega, Finlandia y Suecia.
En el grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), el país que ocupa el puesto más alto sigue siendo Sudáfrica (17º), gracias a sus altas puntuaciones en participación política. El siguiente es Rusia (75º), seguido por Brasil (85º), que perdió 14 puestos en 2016 debido a un aumento de la brecha salarial y a una disminución del número de mujeres que ocupan puestos ministeriales. China (91º) perdió cuatro puestos e India (108º) subió 6.
Latinoamérica y el Caribe
Nicaragua (12º), que anteriormente era el único país de Latinoamérica y el Caribe entre los diez primeros, ha perdido 6 puestos en 2016 debido a bajadas en la igualdad salarial y al porcentaje de mujeres en puestos parlamentarios y ministeriales. Hay 11 países de la región entre los 50 primeros, uno más que en 2015. Entre las mayores economías, México (71º) sube 9 puestos debido a mejoras en el área de política, mientras que Brasil cae al puesto 85º por un aumento de la brecha salarial y un menor número de mujeres en puestos ministeriales. Los países con peores resultados de la región son Belice (103º), Guatemala (106º) y Paraguay (107º). En Latinoamérica, ningún país ha aumentado su brecha de género.
Diez años de análisis
Diez años de datos del Informe Global de la Brecha de Género, publicado por primera vez en 2006, revelan el patrón de cambio en todo el mundo con respecto a los resultados obtenidos por los 109 países baremados en ediciones anteriores y en relación con los demás. La región que muestra la mayor mejora absoluta es Latinoamérica, seguida de Asia y el Pacífico, África subsahariana, Europa y Asia Central, Oriente Medio y el norte de África y Norteamérica.
La dirección del cambio en los países desde 2006 hasta hoy ha sido positiva en su mayor parte. Los países nórdicos siguen siendo un modelo, en cuanto a su capacidad de alcanzar la igualdad de género. Nicaragua y Bolivia, por su parte, son los que han obtenido mejores resultados a la hora de reducir la brecha de género total en la última década, seguidos de Nepal, Eslovenia y Francia. Los países con mayores mejoras con respecto a sus puntos de partida hace 10 años son Arabia Saudí por su participación y oportunidades económicas, Burkina Faso por sus logros educativos, Georgia por salud y supervivencia, y Emiratos Árabes Unidos por empoderamiento político. En términos absolutos, los países que más han mejorado son Bahréin por participación económica, Burkina Faso por logros educativos, Georgia por salud y supervivencia y Bolivia por empoderamiento político. Los países con mayores pérdidas son: Jordania en participación económica, Malasia en logros educativos, India en salud y supervivencia, y Hungría en empoderamiento político. Los países que menos han mejorado en términos absolutos son Tanzania en participación económica, Malasia en logros educativos, India en salud y supervivencia, y Sri Lanka en empoderamiento político.
Los avances no han sido uniformes en las cuatro áreas: economía, política, salud y educación. En cuanto a educación, salud y supervivencia, pese a que muchos países ya han alcanzado la paridad, siguen dándose algunos reveses: de hecho, el 22% de los países baremados presentan brechas educativas superiores a hace diez años, y el 39% de los países presenta brechas mayores en salud y supervivencia que hace diez años. Las mayores brechas de género siguen siendo las de las áreas económica y política, pero ha habido menos retrocesos: sólo el 16% de los países pierden puestos en empoderamiento político y sólo el 13% en participación y oportunidades económicas.
En la categoría de participación económica, más del 80% de los países ha registrado avances absolutos en la participación en el mercado de trabajo, y Nepal es el país que ha experimentado un mayor aumento. Otros países que han mostrado un especial crecimiento en este indicador son Botsuana, Nigeria, España, Nicaragua, Sudáfrica y Lesoto. Las mayores ganancias absolutas en cuanto a mujeres en puestos senior (legisladoras, funcionarias de alta categoría y puestos directivos) proceden de Colombia, Ghana y Francia, mientras que en puestos muy cualificados en general (trabajadoras profesionales y técnicas), son Lesoto, Albania y Guatemala los países que han experimentado los mayores avances en términos absolutos.
Entre los mejores en el área política están Bolivia, Eslovenia, Nicaragua, Islandia y Francia, seguidos de cerca por Italia y Suiza. Todos ellos han cerrado sus brechas de género políticas entre un 20 y un 35%.
Argumentos para la igualdad de género
«El incremento de la automatización asociado a la Cuarta Revolución Industrial afectará no sólo a la economía, sino también a la humanidad. En este contexto, debemos crear un mundo en el que los ideales y las aportaciones de las mujeres tengan tanto valor como los de los hombres. La igualdad de género en nuestro pensamiento y nuestras acciones tendrá una crucial importancia en asegurar que el futuro esté al servicio de la humanidad, no amenazado por ella», afirma Klaus Schwab, fundador y director ejecutivo del FEM.
«Más mujeres que hombres están matriculadas en la universidad en casi 100 países, pero apenas en un puñado de estos países las mujeres ocupan la mayoría de cargos directivos. Empresas y gobiernos necesitan implantar nuevas políticas para evitar esta continua pérdida de talento y aprovecharlo para mejorar el crecimiento y la competitividad», afirma Saadia Zahidi, jefa del Programa para la Paridad de Género en el FEM.
Oliver Can
Foro Económico Mundial