José Gervasio Artigas
José Gervasio Artigas
Los Padres de la Patria Grande
Nació el 19 de junio de 1764. Vivió los primeros años de su vida en el campo. Cuando tenía treinta años, los españoles le ofrecieron prestar servicio militar. Organizó y dirigió un destacamento de dragones que protegía a las grandes haciendas de los ladrones. En 1805 renuncia a esa actividad, quedándose como oficial del servicio de guardia.
En 1806 los ingleses ocuparon Montevideo durante seis meses y seis días. En ese tiempo Artigas estaba en la pampa, y desde allí libró una guerra de guerrillas contra los ingleses. Tras la liberación de la ciudad encabezó de nuevo el destacamento.
Cuando en Buenos Aires se supo la noticia de la toma de Sevilla por los franceses, las autoridades municipales y el pueblo destituyeron al virrey y nombraron una Junta Patriótica encabezada por los criollos Manuel Belgrano y Mariano Moreno. Así, sin derramamiento de sangre, cayó el régimen colonial en La Plata, el 25 de mayo de 1810.
En marzo de 1811 se integra al grupo clandestino de los patriotas. Decide pelear contra los españoles hasta liberar su Provincia Oriental. Proclama: “Vale más vencer o morir con honor que vivir con oprobio en la deshonra de la dependencia”. En respuesta, el gobernador de Montevideo amenaza a los insurrectos con la horca. Y, cuando al cambiar sus métodos, el gobernador le ofrece el grado de general y dinero a cambio de renunciar a su lucha, le contesta: “El insulto que se le hace a mi persona y a los honrosos sentimientos que respiro es tan indigno del carácter suyo como de mi contestación. Sólo aspiro al bien de la Patria en la justa causa que sigo”. Después de algunos pequeños choques en que derrota a los españoles, comienza su asedio a Montevideo.
En Argentina la Junta Patriótica es sustituida por un Triunvirato que firma un armisticio con el virrey: se le entregaba la Provincia Oriental, la de Entre Ríos y Misiones, y se autoriza el envío de fuerzas portuguesas a la Provincia Oriental. Artigas se niega a aceptar ese convenio, declarando que seguiría luchando por la liberación de la Provincia Oriental. Decidió irse con sus tropas más allá del río Uruguay.
Los ingleses quisieron de nuevo tomarse Buenos Aires, por lo que Artigas y los suyos entraron de nuevo a Uruguay, y después de derrotar al enemigo, cercaron Montevideo por segunda vez.
El 5 de abril de 1813 Artigas inauguró el Congreso Provincial, que aprueba las “Instrucciones del año XIII” (soberanía de la Provincia Oriental y la formación de la Confederación de la Plata) y nombra el primer gobierno de Uruguay. Buenos Aires no acepta. En respuesta Artigas levanta por segunda vez el asedio a Montevideo, por lo que es declarado fuera de ley por Buenos Aires.
Bajo la dirección de Artigas fue preparada la Constitución de la Provincia Oriental, la más democrática de su época. Afirmaba la igualdad de todos los uruguayos, y que el poder viene del pueblo. Ello asustó a los terratenientes de La Plata, que deciden acabar con él. Designan al general Alvear, quien al frente de una gran flota toma Montevideo en junio de 1814. Tras la toma de Montevideo, Alvear comenzó a perseguir a Artigas, pero varios meses después sufrió la derrota y tuvo que huir a Buenos Aires. Y el 27 de febrero de 1815, al frente de sus gauchos, Artigas libera Montevideo. Después es proclamado capitán general de la Provincia Oriental. Ese mismo año encabeza la Liga Federalista, a la que se adhieren Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santa Fe y Córdoba.
No estuvo mucho tiempo en Montevideo. No era para él la vida de palacio. De él decía un testigo: “Todos le rodean y le siguen con amor, no obstante que viven desnudos y llenos de miseria, no por falta de recursos sino por no oprimir a los pueblos con contribuciones”.
Elaboró el reglamento para el desarrollo de la agricultura y el fortalecimiento de la seguridad de los terratenientes, para que el Cabildo impulsara su ejecución. Según él, las autoridades debían distribuir la tierra de manera racional y justa, para lo que debían determinar las tierras que se podían entregar y las personas dignas de recibirla. “Los más desposeídos deben ser ahora los más acomodados”, decía; por eso “recibían tierra los negros, zambos, indios y criollos pobres libres si tenían la laboriosidad y la dignidad que exige el bienestar del país”.
No pudo realizar sus proyectos. Los portugueses atacaron de nuevo Uruguay y ocuparon Montevideo, en 1817. Siguió la lucha en el campo. A fines de 1819 el dirigente indio Andresito, el más fiel de sus seguidores, fue asesinado por los portugueses. Entendió que difícilmente podría triunfar sobre enemigos tan fuertes como los portugueses y los porteños.
En estas condiciones, con el deseo de detener el derramamiento de sangre, decide disolver sus tropas y refugiarse en Paraguay. El 5 de setiembre de 1820 dejó su patria y su familia. Uruguay se independizó en 1830. Murió el 23 de setiembre de 1850, a los 86 años. Fue enterrado con modestia. Seis años después sus cenizas fueron depositadas en el Panteón Nacional de Montevideo.
Sus enemigos lo llamaron en vida «gaucho criminal y tupamaro», por sus lucha por la libertad, sus intentos por repartir la tierra entre los gauchos y campesinos desposeídos, su sed de justicia social y su resistencia a la corrupción.