La Iglesia y la esclavitud de los negros en Brasil
La Iglesia y la esclavitud de los negros en Brasil
Valéria Rezende
En el período colonial, en verdad, fueron pocos los que directamente cuestionaron o condenaron la esclavitud en sí misma. Los misioneros, en general, se preocupaban por aminorar los sufrimientos de los esclavos negros y en conseguir de los señores un trato no tan cruel. El mismo san Pedro Claver (1581-1654), canonizado por León XIII como «apóstol de los esclavos», no pudo ir más allá del heroísmo de la caridad asistencial para con los esclavos negros.
Contrariando la lógica común de la época, algunas voces aisladas osaron condenar la esclavitud de los negros. En la América Española se destaca el capuchino Fray Francisco José de Jaca y Aragón, que escribió un libro en el que después de enumerar las razones alegadas para justificar la esclavitud, las destruye una por una. Escribe: Por tanto, repito: los negros y sus ancestros son libres, no solamente como cristianos, sino también en su estado gentilicio. Siendo así, no solamente tenemos la obligación de restituirlos a su justa libertad, sino también, en rigor de justicia, de reparar los perjuicios y problemas causados. Lógicamente, sufrió el destierro y su obra fue prohibida.
En la América Portuguesa hubo dos jesuitas que trabajaban en Bahía y condenaron abiertamente la esclavitud. El P. Gonzalo Leite (1546-1603) sostenía que ningún esclavo de Africa o de Brasil es cautivo justamente. Una de sus cartas, escrita al poco de llegar a Brasil, dice: Los que van a Brasil no van a salvar almas, sino a condenar la suya. Sabe Dios con cuánto dolor en el corazón escribo esto, porque veo a nuestros sacerdotes confesar homicidas y robadores de libertad, hacienda y sudor ajenos, sin restitución del pasado ni remedio de males futuros, que así se cometen todos los días... . Su postura se hizo por demás incómoda, y fue obligado a volver a Portugal en 1586, calificado como inquieto.
El P. Miguel García (1550-1614) combatió sobre todo la existencia de esclavos en los conventos religiosos, práctica común en la época. La multitud de esclavos que tiene la Compañía en esta Provincia -escribe-, concretamente en el colegio de Bahía, es cosa que no puedo aceptar de ningún modo. A veces pienso que con más seguridad serviría yo a Dios y me salvaría en el mundo que en esta Provincia, donde veo lo que veo». Sus superiores lo devolvieron a Portugal, por considerarlo muy afectado por los escrúpulos.
Al final de la época colonial el Papa Gregorio XVI publica en 1839 la bula In Supremis. Ante la actitud de muchos cristianos que continuaban promoviendo el tráfico de negros, ya abolido en casi todo el mundo, el Papa escribió: Amonestamos a los fieles para que se abstengan del deshumano tráfico de negros o de cualquiera otros seres humanos. Amonestamos y conjuramos para que de aquí en adelante no se continúe oprimiendo tan injustamente a los indios, a los negros, ni a cualquier otro grupo humano, privándoles de sus bienes o haciéndolos esclavos. El Papa denuncia la verdadera causa de la esclavitud al afirmar que los esclavizadores, vergonzosamente cegados por el deseo de una sórdida ganancia no vacilaron en reducir a la esclavitud en tierras distantes a indios, negros y otras razas infelices, o colaborando a esta indigna perversidad instituyendo u organizando el tráfico de estos infortunados.
A pesar de la palabra autorizada de los Papas y del gran trabajo de los obispos, sacerdotes y laicos, todavía en 1866 la congregación romana del Santo Oficio, encargada de custodiar la doctrina cristiana, admitía la licitud de la esclavitud en ciertos casos, como demuestra la respuesta dada a una consulta realizada por el Vicario Apostólico de Etiopía. A partir del pontificado de León XIII el repudio a la esclalvitud es totalmente claro y sin vacilación en toda la Iglesia, apesar de que, en diversos países esta práctica continuó en vigencia hasta mediados de nuestro siglo. La esclavitud fue legalmente abolida en Etiopía en 1942 y en Arabia Saudita lo fue en 1962.
Región o país | En miles | % |
TRÁFICO EUROPEO Y AFRICANO | 175 | 1.8 |
AMÉRICA DEL NORTE | 651 | 6.8 |
Estados Unidos de América | 427 | 4.5 |
América Central | 224 | 2.3 |
Mexico | 200 | 2.1 |
América Central y Belíce | 24 | 0.3 |
ANTILLAS | 4040 | 42.2 |
Haití | 864 | 9.0 |
Cuba | 702 | 7.3 |
Jamaica | 748 | 7.8 |
Antillas menores | 1619 | 16.9 |
AMÉRICA DEL SUR | 4700 | 49.1 |
Brasil | 3647 | 38.1 |
Total | 9566 | 100 |
Los Palenques
Un importante capítulo en la historia de la comunidad afroamericana es el de las múltiples tentativas de sobrevivencia por medio de la fuga del régimen de esclavitud. La lucha por la liberación llevó a los esclavos a la formación de aldeas libres clandestinas: los palenques o quilombos. Fueron proyectos de libertad y espacios de una organización social alternativa. Allí, todo lo que le era negado al esclavo trataba de ser penosamente reconstruido: la dignidad de la persona, la justicia en el trabajo, la tierra para cultivar, la vivienda, la familia y, sobre todo, la libertad.
La historia del pueblo negro está regada con la sangre de un verdadero martirio: sangre de los esclavos muertos por la crueldad de los amos, de los esclavos asesinados por causa de su irresistible anhelo de libertad, de los esclavos simplemente muertos después de una vida de servidumbre sin reconocimiento de su dignidad de personas. Entre tantos que fueron martirizados y que se hicieron famosos, se destaca Zumbi.
Zumbi estableció la república del Palenque de Palmares, la más exitosa aventura libertaria del pueblo negro. Palmares resistó casi 70 años a las expediciones enviadas por las autoridades gubernamentales. Llegó a albergar en torno a 20.000 esclavos huidos. Fue destruido en 1693 por un ejército de más de 6.000 soldados mercenarios, y sólo porque después de un mes de cerco, la munición y los víveres se acabaron. Zumbi consiguió escapar. Dos años más tarde fue capturado y muerto. Partes de su cuerpo fueron expuestas en un poste, en la plaza pública de Recife, como lección para quien intentase huir o resistir a la esclavitud. Pero para los negros Zumbi no murió. Está ahí, animando las luchas de ayer y de hoy, ¡en busca de la Liberación!