Las sinrazones de la Deuda

Las sinrazones de la Deuda

Gregorio Iriarte


Fue contraída en gran parte por gobiernos ilegítimos:

-los gobiernos de Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Bolivia..., que contrajeron gran parte de la deuda, no tenían capacidad jurídica para hacerlo;

-los gobiernos y la banca internacional acreedora conocían esta situación;

-la mayor parte de esos fondos no fueron invertidos en beneficio del país;

-esos créditos no fueron avalados por el pueblo, ni directa ni indirectamente;

-la obligación de devolvernos recaería, a lo sumo, sobre quienes directamente se beneficiaron con ellos.

Las condiciones de los créditos son inmorales:

-los intereses que se cobran actualmente están por encima de la tasa real;

-son intereses fluctuantes que se han llegado a duplicar y a triplicar sin consentimiento de los deudores; son intereses usureros;

-mientras suben los intereses siguen bajando los precios de las materias primas de los países del tercer mundo;

-la deuda ha ido creciendo por efecto de las revaluaciones del dólar;

-América Latina ha transferido a los países ricos cerca de 40.000 millones de dólares anualmente en el último trienio.

Pagar la deuda traería graves males a los países deudores:

-si se paga el servicio de la deuda aumentará la desocupación, el hambre, el desabastecimiento, la mortalidad...

-una ley o contrato no obliga moralmente cuando su cumplimiento causa un daño proporcionalmente grave.

Los países acreedores y sus instituciones financieras ya se han compensado económicamente:

-el deterioro continuo de los precios de intercambio comercial internacional transfiere cada vez más dinero de los países pobres hacia los países ricos;

-gran parte de los fondos que se otorgaron en forma de créditos ha vuelto a los bancos comerciales internacionales a través, sobre todo, de la fuga de capitales;

-si sumamos al dinero que paga América Latina por concepto de utilidades e intereses, la fuga de capitales y las ganancias de los países industrializados por el comercio desigual, se llega a la conclusión de que la región no es deudora sino acreedora;

-América Latina es exportadora neta de capitales.