Latinoamericanos... en Bélgica, en Suiza, en Japón
LATINOAMERICANOS EN...
...EN BÉLGICA
Ricardo HEREDIA
Según las estadísticas del programa de estudios de la Universidad Católica de Lovaina (habla francesa), los estudiantes de América Latina (A.L.) inscritos en todas las carreras universitarias y especialmente en estudios de posgrado y doctorado durante 1998 fueron 277 (37 de América Central y 240 de América del Sur). Las mismas estadísticas muestran que el promedio se ha sostenido durante los últimos 4 años con pequeñas variaciones.
Encontramos cuatro grupos diferentes de estudiantes: el primero es el de los estudiantes que viven con sus propios recursos. El segundo grupo estudia con becas de los países de origen y después del regreso deben devolvérsela al Estado con trabajo por el desarrollo. El tercero estudia con las becas de cooperación de Bélgica a los países latinoamericanos, que deben retribuirse con el regreso para trabajar por el desarrollo. El cuarto grupo son personas que pertenecen a una comunidad religiosa.
Hay estudiantes que no pierden su voluntad de servicio y vinculación con A. L. Actualmente cerca de 20 personas participan en el culto dominical en español y un número semejante en portugués, recogiendo ahí toda la experiencia y realidad latinoamericana. A su vez, una pequeña comunidad cristiana de 10 personas aproximada-mente se reúne semanalmente para reflexionar, a partir de la Palabra de Dios, diversos problemas de A.L. y buscar encarnar el espíritu del evangelio.
Una manera de no perder contacto con la realidad de los países de América Latina es leer todos los días el periódico del país y las páginas informativas de las instituciones por internet. En este mismo sentido el con-tacto directo con personas en A.L. para establecer la verdadera realidad de los hechos que suceden.
Una forma muy importante en que se muestra la voluntad de servicio a A.L. es hacer la investigación de las monografías y tesis de doctorado a partir de la realidad y las esperanzas del Continente. Los contactos de personas e instituciones con los estudiantes doctorandos de Lovaina y viceversa, pueden propiciar ya desde ahora un importante intercambio de investigación y aporte a la superación de algunos problemas concretos de Latino-amé-rica. A su vez, los doctorandos de acuerdo a su tema de investigación desearían tener contacto con personas e instituciones en A.L. que puedan aportar fuentes de la realidad, estudios específicos y generales, para recoger una visión continental de la reflexión sobre el tema.
La presencia de estudiantes latinoamericanos en Lovaina la Nueva, puede dar una idea de la cantidad de estudiantes que se preparan en las numerosas univer-sidades de Europa y su repercusión futura en A.L.
Para entablar contacto y colaborar:
1. Eduardo Cristino (Brasil): Conciencia y libertad. e.cristino@student.teco.ucl.ac.be.
2. Ricardo Heredia (Colombia): El martirio en América Latina. herediar@hotmail.com
3. Gina García (Ecuador): Estrategias para construir otro desarrollo. ggarciab@hotmail.com -contactos: otras visiones de desarrollo.
4. Silvia García Vettorazzi (Guatemala): Ciudades y territorios en Guatemala. migarcia@gua.gbm.net
5. Napo Tapia-Balladares (Costa Rica): Psicología del desarrollo moral y psicología de la religión. tapia@deva.ucl.ac.be y ntapia@cariari.ucr.ac.cr
6. Claudia Estrada (Chile): Psicología Social. estradaclaudia@hotmail.com
7. José Burneo (Perú): Crímenes contra la humanidad. burneo@pen.ucl.ac.be. Contactos: Derecho penal interna-cional y derechos humanos.
8. Ernesto Sanmartín (Chile): Aplicación de la estadís-tica a problemas de Sociología y sistemas de Elección. esanmartin@stat.ucl.ac.be. Contactos: Sistemas de elec-ción en los congresos latinoamericanos y su evalua-ción.
9. Nancy Ballestas (Colombia): Comunicación para los derechos humanos. Caronancy@hotmail.com -Contactos: Antropología de la comunicación y sociología de la comu-ni-cación.
10. Pablo Mella sj (República Dominicana): El conflicto Social en la obra de Jürgen Habermas. Dirección: (1, rue de la houe, 1348 Louvain-la-neuve. Belgique) Contactos: Filosofía Política y A.L.
11. Luis Coto (El Salvador): El laicado en Centroamé-rica. Rue de l’Eglise 11, 1325 Corroy-le-grand. Belgique.
12. Hugo José Suárez (Bolivia): Sociología de la Reli-gión. hugojose@latinwide.com
13. Claudia Benavente (Bolivia): Comunicación social benavente@latinwide.com
...EN SUIZA
Carlos LATORRE
mision@claretianos.ch
El Consejo Federal helvético ha introducido desde el 1º de enero de 1999 el visado obligatorio de entrada a los ciudadanos de Bolivia, Ecuador, Colombia y Cuba. Con esta medida el Gobierno suizo pretende luchar contra la emigración clandestina así como adaptar su política de emigración a la que se practica en los países de la Unión Europea. Esta necesidad cada vez mayor de visados dificulta el movimiento de los ciudadanos de un lado al otro del océano.
Hay datos de la presencia en Suiza de inmigrantes provenientes de un total de 20 naciones latinoamericanas. Es de observar que hay regiones o ciudades en Suiza donde la emigración legal -con papeles- representa un 18 % de la población, sin tener en cuenta a los diplomáticos, los estudiantes en universidades suizas, las mujeres latinoamericanas casadas con suizos o con otros extranjeros, ni a los clandestinos, ni los que están en las cárceles, ni los grupos los grupos folklóricos que llegan para animar a los viajeros en las estaciones o a los viandantes en las calles comerciales o a los clientes de restaurantes y hoteles...
Aunque cada vez es mayor en número de latinos en Suiza sigue persistiendo la dispersión y la desorganización. Es una población muy fluctuante debido a muchos factores; el principal, quizá sea el ambiente tan diferente y, a veces, excluyente que se respira por estos lados.
Las Misiones Católicas son conscientes de esta problemática y les ofrecen un espacio y un apoyo para que puedan encontrarse y compartir. Por eso muchas de ellas - como la de Zürich - , ya no se llaman ni son “españolas”, sino de “lengua española”.
Las motivaciones primeras para organizarse son la necesidad de conocerse y ayudarse. Y como buenos latinos quieren reunirse en grupo para rezar, leer la Palabra de Dios, formarse en la fe...
El drama del desarraigo cultural y familiar pesa mucho en estos ambientes. Hay cierta distancia entre los mismos latinos, porque no se conocen. Pero la barrera que más pronto se percibe es la frialdad e indiferencia. No abunda aquí la acogida cordial y cariñosa de la patria grande.
Es cierto que el nivel de vida es alto. Si se consigue trabajo, se gana bien. Frente a las monedas tan deteriora-das, en general, de los países de origen, las monedas europeas son atractivas. Pero el costo que exigen es muy elevado y ponen en crisis los valores y las tradiciones personales.
Están además los prejuicios y la exclusión.
...EN JAPÓN
Fernando ABALOS
fabalos@gol.com
Hace unos 15 años, en un país con escasa tradición migratoria, (durante mas de 200 años, hasta 1858, estuvo literalmente cerrado a toda migración) empezaron a soplar con fuerza los vientos de la inmigración hasta convertirse en un verdadero tifón de componente sobre todo latino y filipino. Muchos brasileños y peruanos “nikkeis”, de ascendencia japonesa, alentados por el “fenómeno Fujimori”, hacen el viaje de vuelta a las raíces. Estas no les reconocen, y les crean así bastantes complejos de identidad.
Actualmente el número de residentes extranjeros (registrados) en Japón se acerca al millón y medio, de los cuales más de 250.000 son latinoamericanos, sobre todo de Brasil y Perú, pero también de todos los países de A.L.. ¿Cuántos los ilegales? Imposible saberlo.
Mientras tanto, ni el gobierno tiene una política clara a este respecto, ni la sociedad japonesa parece querer ente-rarse. Así que a río revuelto, ganancia de mafias y contratistas sin escrúpulos. La policía de inmigración, por su parte, hace la vista gorda a estas mafias, a la vez que incrementa las redadas de manera opresiva contra los mal llamados “ilegales”, por el sólo hecho de carecer de visa. Los detenidos son encarcelados, juzgados y deporta-dos, debiendo abonar su propio pasaje.
Si la problemática del emigrante siempre es desgarradora, en Japón llega a ser más dramática todavía, sobre todo con la crisis económica actual. A la dificultad enorme de la lengua y de la distancia cultural abismal, hay que añadir, la impermeabilidad de esta sociedad y su obsesión por el trabajo. Jornadas de 12 horas. No se respeta ni el domingo ni la noche.
Los ilegales, viven estresados, con miedo a salir de casa, ni siquiera a la iglesia, con miedo a caer enfermos, miedo a llevar los hijos a la escuela, miedo a los vecinos, a la policía, a la empresa... Si el contratista les recorta el salario o no les paga, o si tienen un accidente de trabajo, no pueden reclamar. El exceso de trabajo y nervios acaban no pocas veces con la paz de la familia: mujeres golpeadas, expulsadas de casa...
Aumentan los matrimonios entre latinos y japoneses, a veces sólo para obtener la visa, sin entenderse en la misma lengua, con casos de graves abusos verbales y sexuales, violación de las hijas, abandono de la mujer embarazada...
Las chicas, sobre todo colombianas, traídas muchas de ellas engañadas por la mafia para la prostitución, merecen capítulo aparte. Viven como auténticas esclavas a merced del mafioso de turno: encerradas en un apartamento, sin pasaporte, disponibles las 24 horas del día hasta que redimen con su cuerpo la cantidad (en torno a los 50.000 US$) pagada por ellas. Si no se acoplan arriesgan sus vidas y las de sus familiares. Muchas son profundamente religiosas, a pesar o a causa de su historial desgarrador.
Ricardo HEREDIA
herediar@hotmail.com