Los bloques políticos en el mundo

Los bloques políticos en el mundo

François Houtart


La constitución de bloques regionales con base económica es un fenómeno mundial, que se inscribe en la globalización. Sin embargo el sentido de las iniciativas no es el mismo en todos los casos.

1. Los bloques responden a filosofías muy diferentes. Podemos citar cuatro modelos principales.

El primero es la integración económica y política dentro de un centro capitalista de la Tríada (Estados Unidos, Europa, Japón). El caso del ALENA, que une México a Estados Unidos y Canadá, pertenece a esta lógica.

El segundo modelo es el de competir dentro del núcleo central del capitalismo. En este sentido la Unión Europea entra claramente en competición intracapitalista con Estados Unidos.

Un tercer modelo es la constitución de un mundo multipolar, no solamente dentro del centro del capitalismo mundial, sino también en la periferia. Estos proyectos tienen un cierto carácter anti-imperialista, aunque no salen de la lógica del capitalismo.

El cuarto modelo busca la integración sobre una base diferente a la competitividad del mercado, con intercambios que sean funcionales a las necesidades regionales y de la solidaridad.

2. Existen varios tipos de reagrupamiento económico-político.

Las «Zonas de Libre Comercio», establecidas por tratados (TLC, Tratados de Libre Comercio) son un primer tipo: se trata de disminuir y eventualmente suprimir las restricciones al comercio entre dos o varios países. En muchos casos, como los intereses mutuos no son iguales, a pesar de ciertas ventajas para algunos sectores de la economía más débil, los TLC funcionan como «tratados entre el tiburón y las sardinas». El caso de América Central es bastante claro en esta materia.

Otro ejemplo son los «Mercados comunes». Es un paso adelante, en el que se prevé, además de la supresión de la tasación de los intercambios comerciales, una serie de medidas de apertura económica: libre circulación de capitales, de bienes y servicios, y de trabajadores; medidas fiscales, reglas de competitividad, etc. El Mercosur es un esfuerzo en esta dirección.

Finalmente se puede citar las iniciativas de integración económica, política, social y cultural, que pueden constituir una «unión política», como es el caso de la Unión Europea.

3. Todas estas iniciativas son procesos que obedecen a razones que pueden ser muy diferentes. Todo depende de las fuerzas que las integran.

En muchos casos se trata de razones económicas, como los TLC y los Mercados comunes.

Otras veces se trata de un proyecto político con bases económicas y objetivos culturales. El ALBA, Alternativa Bolivariana para la América Latina, entra en esta categoría.

Pero también existen razones de tipo más cultural, como el Mercado Común Árabe o el Mercado Magrebí...

4. Se puede presentar varios ejemplos en los diferentes continentes:

En América Latina, ya en 1960, hubo dos iniciativas: la Asociación Latino-americana de Libre Cambio (ALALC), que en 1980 se transformó en Asociación Latino-Americana de Integración (ALADI), que formaba una zona de intercambios preferenciales, y facilitaba acuerdos bilaterales entre Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, México, Paraguay, Perú, Uruguay, Colombia, Ecuador y Venezuela; y el Mercado Común Centroamericano (MCCA), que de hecho privilegió bastante a las empresas multinacionales instaladas en algunos países de la región...

En 1969, nació la Comunidad Andina, y en 1973 el CARICOM, o Mercado Común del Caribe. En 1991 empezó el Mercosur, con Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Después de períodos de dificultades, una nueva dinámica se desarrolló, especialmente con la entrada de Venezuela.

El ALCA, extensión del ALENA al conjunto de América Latina, fue propuesta por el presidente George Bush padre en 1990 con la idea de realizarse en 2003. En 2005, en Mar del Plata, el proyecto fue prácticamente abandonado frente a la resistencia popular en el Continente y a la oposición de cinco países, entre ellos, Argentina, Brasil y Venezuela.

El proyecto alternativo, propuesto por el presidente Chávez es el ALBA, que reúne a Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua y probablemente pronto a Ecuador.

En Asia, hay dos iniciativas principales.

El ASEAN (Asociación de las Naciones de los Países del Asia del Sud-Este), fundada en 1967. La organización inició en 1992 una zona de libre comercio y, después, acuerdos económicos y sociales más precisos, y reúne a Indonesia, Brunei, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Camboya, Laos y Vietnam.

La segunda es el APEC, fundada en 1989 (Cooperación Económica Asia-Pacifica), con Australia, Brunei, Canadá, Chile, Hong Kong, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Filipinas, Singapur, Taiwán, Tailandia y Estados Unidos.

En África, han sido creadas varias organizaciones regionales.

El CEDEAO, Comunidad Económica de los Estados de África del Oeste, fue fundada en 1975, como zona de libre comercio, con 16 países de la región. La CEEAC, Comunidad Económica de los Estados de África del Este, creada en 1983, está constituida por 9 países.

La SADC, Comunidad para el Desarrollo de África Austral, iniciada en 1992, integra a 8 naciones. Todas estas instituciones tratan de disminuir los impuestos de aduanas, y de facilitar el comercio mutuo.

En 1998 los presidentes de África del Sur y de Senegal propusieron una organización de tipo panafricano: el NEPAD, Organización Africana para el Desarrollo Económico. Pensada dentro de una integración en la globalización neoliberal, esta iniciativa acentuaba todavía la dependencia del Continente hacia el capitalismo central.

En el mundo árabe, el Mercado Común Árabe, creado en 1964, nunca ha tenido una existencia muy real.

La UMA (Unión del Magreb Árabe) nació en 1989, reagrupa a Argelia, Libia, Marruecos, Mauritania y Túnez, y trata de establecer una unión aduanera y de crear empresas mixtas.

En Europa, la Unión Europea (UE) esta constituida por 27 países. Empezó como un mercado común en 1957. Ahora se trata no solamente ya de una zona de libre comercio, sino también de una integración económica y monetaria, con dimensiones sociales y culturales. El proyecto de tratado constitucional fue rechazado por Francia y Holanda, en parte por su carácter neo-liberal y su dependencia de los USA para asuntos de defensa. No es fácil de crear una unión política para Europa, y su déficit democrático y social es todavía real.

5. Los nuevos proyectos en América Latina salen de iniciativas tomadas por los nuevos regímenes políticos.

Se trata evidentemente en primer lugar del ALBA, que tiene como propósito establecer intercambios sobre la base de las necesidades de los países respectivos, en forma de trueques, sin pasar por el sistema económico internacional, en particular los bancos y por instituciones como el FMI y el Banco Mundial. Los objetivos no son solamente económicos, sino también educativos (campañas de alfabetización), de salud (“operación milagro”, para curar los enfermos de la vista en el continente en colaboración con dos países: Cuba y Venezuela), y culturales. Por el momento el proyecto reúne a 4 países, con la esperanza de otros en el futuro.

Esta iniciativa está acompañada por otras en la perspectiva de una integración hemisférica, como Petro-Caribe, entre Venezuela y 11 países del Caribe, para facilitar el acceso al petróleo; Petro-Sur que reúne Venezuela, Brasil y Argentina, para la producción (en el Orinoco), actividades de refinería y distribución de gasolina y de gas por oleoductos y gaseoductos.

Se piensa también a constituir un Banco del Sur. El presidente Evo Morales ha propuesto la Asociación Latinoamericana, para objetivos sociales: alojamiento, alimentación, empleo, salud...

En el plan cultural ya funciona TeleSur, con la colaboración de varios países del Continente.

Todos estos proyectos tienen un aspecto netamente anti-imperialista, y se salen en parte de la lógica de la economía capitalista.

 

François Houtart

Bélgica - América Latina