Los pueblos indígenas están aquí
Los pueblos indígenas están aquí
Joaquín Piña
Pasó el Quinto centanerio y, un poco como a contrapelo, el Año Internacional de los Pueblos Indígenas. ¿Qué nos queda?
Queda una realidad: por más que se los había querido ignorar, dominar, marginar, olvidar… los pueblos indígenas están aquí.
Como aquella voz que se dice salió del corazón de nuestro protomártir san Roque González de santa Cruz: «Aunque me maten, yo no me muero».
El viejo tronco ha vuelto a rebrotar y hoy nuestros hermanos aborígenes están aquí. Cerca de 60 millones en toda América Latina.
La sociedad envolvente ha comenzado a tomar conciencia de esto. Y es para alegrarse. Pienso que de algo han servido las anteriores campañas. Hoy miramos al hermano indígena de una manera distinta. La sociedad, en su conjunto, se ha vuelto a su favor. Estamos, incluso, queriendo reparar, de algún modo, las injusticias que contra ellos hemos cometido en el pasado. Y tenemos, tal vez, el peligro de irnos al otro extremo: caer en un paternalismo, en un asistencialismo que ciertamente no es lo mejor.
El indígena no es un mendigo. Es un Pueblo muy consciente de su dignidad. Deberíamos ayudarles a recuperarla cuando, por las circunstancias extremas en que han vivido, pueden haber perdido algo de ella.
Mi mensaje de este año es el siguiente: no vayamos a nuestros hermanos indígenas a decirles qué es lo que ellos tienen que hacer. (Este orgullo nuestro de sentirnos superiores…).
Vamos a respetarlos mucho. Vamos a escucharlos, que es lo primero para respetar a una persona.
Ni siquiera vamos a hacer proselitismo religioso con ellos. (Que esa palabra, desde que la usan las sectas y los políticos se volvió muy fea…).
Vamos, sencillamente a darles «testimonio» como cristianos. Como aquellos primeros que anunciaron a Jesucristo con sus vidas más que con sus palabras. (No digo que la palabra no haga falta, algunas veces, para explicitar el mensaje…).
Estoy seguro de que, dentro de unos años, si nosotros damos ese testimonio, ellos van a decir: ¿Por qué ustedes se interesan tanto por nosotros y lo hacen desinteresadamente? (No como los que van a los aborígenes para sacar algún rédito político u otras cosas…). Y nosotros les vamos a responder: «¡Porque esto es lo que nos enseñó Jesús!»
La mayor parte de ellos, al menos en nuestro país, Argentina, son cristianos… Y el Dios al que sus antepasados adoraron, aun sin saberlo, es el mismo Dios Padre de Nuestro Señor Jesucristo.
En su nombre los bendice a todos ustedes su hermano obispo,
Joaquín Piña,
obispo de Puerto Iguazú - Misiones