María Miguel

María Miguel


 
Un día la mujer gritó:
«¡Soy guerrera!»
Y el eco de su voz se hizo oír
más allá de las fronteras.
¡Soy mujer: madre y guerrera!
Mi límite no es ya el hogar.
Me llaman la reina de la casa.
Pero soy mayor que el océano y el mar.
Salí… Todavía la aurora no había llegado al cielo.
Fui al sepulcro de mi pueblo como Magdalena
un día y vi…: ¡había una vida que proclamar!
Y mi límite dejó de ser el hogar.
Soy madre?: soy la vida.
Soy esposa…: soy comprensión.
Soy mujer?: soy dolor.
Soy pueblo, soy amor,: anunciación.
Donde hay alguien caído lo levanto.
Donde hay alguien muerto, algún enfermo
llorando…: ¡soy guerrera!
Soy pájaro…: canto.
Levanto a mi pueblo y lo saco de la esclavitud.
Mi nombre es Liberación.
Soy paz, soy la esperanza.
Soy arco iris en este mundo de injusticia.
Soy la igualdad…
Mi nombre es Fraternidad.
Me llamo pueblo…: soy humanidad.
El que quiera encontrarme…
será fácil…: ¡no estoy sólo en el hogar!
Estoy en la lucha: soy guerrera,
soy negra, soy pobre,
soy vieja, soy viuda,
y casi analfabeta.
Pero es fácil encontrarme en la lucha,
en el movimiento popular.
Todos me conocen…
Soy el resto que sobró de alegría y de amor.
Soy todo lo que hay de bueno, de sueño, de cielo.
Soy solamente María Miguel.

Comunidad de San José

Itaim, São Paulo