Medicina popular mapuche

Medicina popular mapuche

Telesfora Pichilef


Soy indígena mapuche.

Cuentan mis abuelas,., que nuestros ante: pasados se conservaban sanos de cuerpo porque tenían sano el espíritu que, a su vez, mantenía sana la mente. Esto se debía a la vida natural que se llevaba; se amaba y se respetaba tanto la naturaleza, porque era la esencia de la cual se nutría el espíritu que, a su vez, forjaba la salud.

Cuando los yuyos curaban nuestros males, que jamás fueron graves, se vivía plenamente de frente al aire, al sol, a la vida. La comunidad se reunía y el «brujo» cantaba y bailaba, en un canto a «Genechen» (Dios).

Para nosotros, o mejor dicho, para nuestros antepasados, la machí era la encargada, quien cuidaba a la madre en el parto; era también la que conocía muy bien los distintos yuyos y sus poderes curativos, en qué medida se deben tomar, cómo, cuando y para qué. Aún hoy, gracias a Dios, nuestro pueblo sigue con la medicina popular, aunque se ha incorporado la medicina científica. Eso se debe a que se han incorporado nuevas enfermedades. ¿Debería llamarlas enfermedades científicas?

Quiero agregar que la mujer india sabía perfectamente cuándo tendría su niño, pues aunque no había pleno conocimiento de la regla y fecha lunar, hasta la hora podían saber, porque se guiaban por la salida del sol, se marcaba todos los días en la tierra que significaba un minuto diario. Así también se conocía la época del año, cuándo comenzaba cada estación, en fin aún hoy, gracias a nuestra capacidad de sobrevivencia, han sobrevivido muchas de nuestras cosas, como el «Kamarracum», costumbres, cultura y lengua. Y, ¿por qué no?, la recuperación de la medicina natural, los yuyos. ¿No podría ser ésta la medicina del futuro? Yo creo que sí. Al menos, si somos capaces de aceptar que no somos los genios que lo sabemos todo, sino que somos seres que debemos aprender entre todos.

Sólo quiero decir lo que es la medicina popular mapuche; de qué manera se llega a unir estas dos "medicinas». Por un lado, la del pasado; por el otro la del presente científico y la del futuro, que me atrevería a decir que será la del pasado. Pero claro, ¡es muy difícil! La verdadera medicina la haremos entre todos los pueblos.

¿Qué ha pasado con la naturaleza toda, esa naturaleza que fue fuente de vida y que hoy está amenazada y gime de dolor? Nuestra madre naturaleza, violada, contaminada, casi desechada, y con ella nuestras propias vidas... Nuestras vidas comienzan a flaquear, nuestros hijos se mueren, nuestros alimentos se acaban. Aparecen nuevas y graves enfermedades, nuestras medicinas ya no «valen», no «sirven», se combate nuestra medicina popular, y hay cada vez más enfermedades y menos medicamentos en los hospitales, y menos médicos también.

Se ha atropellado una cultura y las costumbres de un pueblo. Ahora paren los hijos en una camilla, sin importar que esa madre tiene su propia cultura, costumbres, Ahora se bebe, se fuma, se droga. ¿Es culpa de cada uno? ¿O hay un motor que genera todo esto? ¿Será que la «civilización» y el «progreso» son generadores de atropello al ser humano en su condición de tal? Sí, vivimos más cómodamente, tecnológicamente hablando, pero son comodidades materiales, que no aseguran una vida sana. ¿Por qué? ¿Por qué hay destrucción, enfermedades?

¿Por qué hay guerras? ¿Por qué se mata? ¿Es casual todo esto? Creo que no. No es casual que ni en las escuelas, colegios, universidades... se hable de temas como dependencia del alcohol, cigarrillos o drogas; como no es casual que a los médicos no se los capacite para una medicina social popular, aunque sí hay algunos que se capacitan con la misma gente, cuando ya han ,dejado la universidad y se encuentran con una realidad desconocida, casi nefasta. Lo mismo sucede con los maestros, con los trabajadores sociales. Ante esto, ¿qué hacemos? Todo ha cambiado: sol por sombra, aire puro por tóxicos, alimentos naturales por alimentos balanceados, artificiales.

Para dormir: píldoras (drogas). Para andar tranquilo: drogas. Para olvidar problemas: alucinógenos (drogas). Falta trabajo: alcohol (drogas). Para aparentar ser más hombre: alcohol, cigarros (drogas).

Desnutrición, falta de alimentos, problemas, enfermedad social: para solucionar esto se necesita una «medicina social».