Mucha gente pequeña, en muchos lugares pequeños,
Mucha gente pequeña, en muchos lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas... ¡transforman el mundo!
Begoña Iñarra
El ‘otro mundo posible’ no llegará por sorpresa; más bien será como una lenta acumulación de pequeñas transformaciones. Hemos pedido a Begoña, que recorre continentes animando muchas luchas pequeñas, que nos comparta una colección de flashes, sobre esas «muchas cosas pequeñas... en tantos lugares pequeños...». Todo este ACTUAR, todas estas iniciativas, pueden inspirarnos otras que nosotros mismos podemos tomar.
MOVIMIENTO ECOLÓGICO
Con su concepto de interdependencia de todo con todo en el universo, este movimiento ha cambiado nuestra manera de situarnos en la naturaleza. Antes nos situábamos fuera de ella, por encima, como dueños, y la explotábamos para nuestro beneficio. Hoy, conscientes de que la humanidad es parte del ecosistema de la Tierra, interdependiente del resto, sabemos que somos parte de ella, y que cuidarla es cuidar la vida… Y responsables de la vida de todo, empezamos a actuar en consecuencia.
El Movimiento Desperdicio Cero, reduce la cantidad de material procedente del entorno natural (residuos y desechos), maximiza el reciclaje de materias primas, disminuye su producción y ahorra energía. Pero es sobre todo un estilo de vida ecológico que invita a cambiar hábitos de consumo y modos de producción promoviendo un cambio en la extracción, producción, distribución, consumo y descarte de materiales, para que todo sea aprovechado, reutilizado y reciclado. Esto reconstruye la economía local, mejora la salud de la comunidad y el medio ambiente y proporciona trabajo. Comunidades, ciudades y empresas en todo el mundo están trabajando para lograr un desperdicio cero.
La Municipalidad de Fort Collins (Colorado, EEUU), ofrece incentivos para luchar contra el ‘usar y tirar’. El pago de recogida de basura aumenta con el volumen de residuos generados, mientras que se recogen gratuitamente los productos para reciclar. Los hogares ahorran dinero al disminuir la basura. En 2010 ya se enviaba al reciclado el 50% de los productos descartados.
La campaña Desperdicio Cero de Corea, ha concienciado a cadenas de comida rápida, público y gobierno para reducir el uso de productos desechables (30% de los desechos urbanos). Gracias a su cabildeo, el gobierno obliga a reciclar o devolver el 90% de los artículos desechables. Vasos de papel, servilletas y otros elementos desechables se han sustituido por materiales no desechables. Hay ya empresas certificadas con Desperdicio Cero.
BIZI (vivir, en vasco) desarrolla alternativas, cabildea e invita a la población a comprometerse en la transición social y ecológica, contribuyendo así a la lucha global contra el cambio climático. Su grupo Alternativa conocido en toda Europa por sus alternativas ciudadanas, demuestra que se puede construir una sociedad más justa y más unida. Las Aldeas Alternativa, dan a conocer y descubren, soluciones concretas al desafío climático en diferentes áreas de la vida, durante un fin de semana. Se han celebrado más de 130 en Francia, Europa y Haití. La Aldea Alternativa Paris 2015 presentó 400 alternativas y acogió a 60,000 visitantes. El Tour Alternativa 2015, recorrió 5.000 km en 6 países europeos con bicicletas normales y tándems, símbolo de la solidaridad y el esfuerzo colectivo frente a la transición ecológica; y movilizó 55.000 personas. Hoy Bizi tiene grupos de consumo responsable, bancos éticos, moneda local (euzko), gestión de desechos, reducción de la huella ecológica, transición energética, viviendas... Organiza eventos para atraer a la prensa, hace cabildeo y organiza formaciones sobre problemas actuales.
La Energía Alternativa es un llamado a disminuir el consumo. Frente a la crisis energética, surgen alternativas que sustituyen la energía fósil por energías renovables, y se comprometen a disminuir el consumo de energía, esencial para respetar el Planeta y lograr el decrecimiento.
La Cooperativa Enercoop produce energía verde y la distribuye a particulares y empresas que se comprometen a disminuir el consumo de energía. El concepto se propaga en Bélgica y Francia. El proyecto Energía Solidaria propone a miembros de la red (cooperativistas, consumidores y empresas) donar en la factura de energía, para apoyar a familias en situación de precariedad energética.
El Pueblo bioenergético de Jühnde, en Alemania, es autosuficiente en energía. Esta cooperativa construyó dos centrales eléctricas para producir calor y electricidad: a partir de biogás y madera procedentes de las tierras del pueblo. La descentralización de la energía en Alemania y los préstamos para tecnologías renovables, hacen que hoy ciudadanos, agricultores y pequeñas empresas produzcan su propia energía, construyan su propia red eléctrica y vendan el excedente de electricidad.
CAMBIO DE SISTEMA AGRÍCOLA
Es la levadura que transforma la masa y produce un cambio de sociedad. El cambio del sistema agrícola para pasar a una agricultura ecológica, respetuosa con el entorno, va a menudo unido a un estilo de vida ecológico, sencillo y sostenible; y a otra manera de relacionarse con la naturaleza, con uno mismo y con los otros.
El Movimiento Internacional Vía Campesina reúne organizaciones campesinas, pequeños agricultores, pueblos indígenas y trabajadores del campo del Norte y del Sur, para juntos, defender la agricultura campesina y la soberanía alimentaria, como medio de promover la justicia social y la dignidad a fin de lograr el buen-vivir de las comunidades rurales. Vía Campesina se opone a la agricultura industrial y a las empresas multinacionales que destruyen el medio ambiente. Las mujeres tienen un papel central en Vía Campesina, que defiende sus derechos y la igualdad de género, y los jóvenes son inspiradores. Vía Campesina reúne en 182 organizaciones a unos 200 millones de campesinos de 81 países de África, Asia, Europa y América. Ha logrado que las voces de los campesinos sean reconocidas en las instituciones que toman decisiones que a afectan las vidas de los agricultores. Vía Campesina está presente tanto en reuniones internacionales, como apoyando luchas y resistencias de pequeñas comunidades de campesinos.
Vandana Shiva y Navdanya. En 1967, la revolución verde en India logró la autosuficiencia alimentaria y evitó el hambre, pero destruyó tierras fértiles y capas freáticas. Vandana Shiva, consciente del peligro de esta agricultura para la soberanía alimentaria, fundó Navdanya (nueve semillas, en hindi), para promover la agricultura campesina tradicional orgánica y proteger la biodiversidad agrícola india, para defenderse de las multinacionales, que la ponen en peligro. Vandana defiende la independencia de los campesinos. En 1995 compró y regeneró una parcela sobreexplotada, en la que estableció una granja modelo, que es hoy un banco de semillas para 10.000 agricultores de India, Pakistán, Tíbet, Nepal y Bangladesh que practican una agricultura orgánica. Cada agricultor que recibe semillas, las reproduce y las ofrece a otros agricultores, que a su vez repiten el movimiento. En 2002, la asociación fundó la Universidad de la Tierra, con programas de gestión del agua, vida del suelo, soberanía alimentaria y activismo. Vandana lucha también por el eco-feminismo, movimiento que promueve a la mujer y pone a la ecología, en el centro. Reconocer el saber de la mujer en una sociedad machista, cambia su estatus, y constituye una auténtica revolución.
La Granja Songhai, creada en Benín por un religioso dominico para luchar contra la pobreza y la malnutrición en África, es un ejemplo de desarrollo agrícola sostenible para el todo el Continente. Sus principios: trabajar sin productos químicos, producir bío para mejorar la salud y el suelo, valorar el saber tradicional y personal y transformarlo todo. Sus productos: frutos, verduras, peces, cerdos, aves de corral y platos de cocina, son comercializados y consumidos localmente, mejorando la económica local. Los 400 alumnos granjeros formados cada año, aprenden a trabajar de manera rentable, en armonía con la naturaleza. De vuelta a sus pueblos, lanzan explotaciones bío modernas que les permiten vivir bien. Songhai es una respuesta a la pobreza y a la destrucción del medio ambiente y contribuye a restaurar la dignidad de la población africana. Ha sido replicado en Nigeria, Sierra Leona, Liberia y otros países de África.
Cáritas Adigrat, en Tigray (Etiopía). En los años 80 muchas colinas de Etiopía se habían vuelto estériles. El suelo de sus laderas, convertido en polvo por la sequía, era arrastrado por las fuertes lluvias, y la tierra no producía la comida necesaria para la población. Programas de plantación de árboles en suelos degradados, construcción de viveros y formación de la comunidad en técnicas agroforestales han mejorado el suelo, han aumentado el rendimiento de los cultivos, la producción de biomasa, la recuperación del agua subterránea, y previenen inundaciones. Cáritas ha construido una presa, ha creado estanques de captación de agua, pozos para tener agua potable, cisternas para recoger la lluvia, y trincheras y diques para restaurar el agua subterránea. La cercanía del agua permite cultivar verduras, tomates y especias durante todo el año y plantar árboles frutales, y favorece la apicultura con modernas colmenas. Todo esto ha mejorado la nutrición, la seguridad alimentaria, los ingresos familiares y la calidad de vida.
La permacultura observa la naturaleza para aprender de ella, ve plantas y animales como un sistema, y promueve una manera holística de vivir, cuidando del planeta y de las personas. La permacultura regenera los suelos y promueve la soberanía alimentaria. Mariko Majoni, en Malawi, como muchos otros pequeños agricultores africanos, no conseguía pagar los fertilizantes. Su suelo se agotó y su cosecha de maíz disminuyó. Cuando supo sobre los árboles fertilizantes, cambió su forma de cultivar. Plantó plántulas de acacia albida entre sus filas de maíz. Sus hojas, ricas en nitrógeno, fertilizan el suelo y sus raíces profundas le agregan nitrógeno y carbono. Tras 6 años, Mariko cosecha 10 veces más, lo que le permite vender el excedente. Sus vecinos han adoptado la misma práctica.
Huertas urbanas en Todmorden, un pueblo de Inglaterra de 15 mil habitantes, donde un grupo de vecinos decidió colaborar en el bienestar de todos e invitar a otros a hacer lo mismo. Convirtieron los espacios públicos en huertas para producir alimentos de calidad para todos. Allí, en todo terreno público se puede plantar hortalizas. 280 voluntarios cultivan verduras y árboles frutales en 70 espacios públicos dos días al mes. Aprenden unos de otros, apoyan a granjeros y agricultores locales, y enseñan a niños, jóvenes y ciudadanos a cultivar alimentos, criar gallinas, abejas… y vivir otro estilo de vida. La comunidad se autoabastece durante todo el año y cada vez más personas comparten la responsabilidad del bienestar de la comunidad y del planeta. El modelo se ha propagado a ciudades de Inglaterra, Canadá, Estados Unidos, Australia, España, Francia, India, China, Brasil, Chile...
Sweet Water Organics, cerca del lago Michigan (EEUU), transforma fábricas y talleres abandonados en producción de vegetales y peces, en simbiosis. Las verduras se cultivan sobre tanques de peces cuyos excrementos alimentan las plantas, que a su vez purifican el agua para los peces. La granja produce alimentos saludables cerca de la ciudad, es autosuficiente, crea empleos y reutiliza instalaciones industriales abandonadas. Es un espacio de debate e información sobre la agricultura orgánica urbana, y es visitado por muchas personas que desean replicar la experiencia.
Yacouba Sawadogo desafía al desierto del Sahel plantando árboles en Burkina Faso. En los años 70, cuando el avance del desierto forzó a los campesinos a huir, Yacouba decide quedarse y repoblar la región. Cuarenta años después ha convertido tres millones de hectáreas de terreno desértico en tierras de cultivo, empleando la técnica tradicional Zaï, que consiste en cavar hoyos de veinte centímetros donde se deposita estiércol y compost junto a las semillas.
La Economía Circular. En las últimas décadas se han multiplicado iniciativas alrededor de una economía centrada en la persona y sus necesidades, basada en la solidaridad, el bien común, la sostenibilidad y un trabajo digno que genera recursos suficientes para todos. Para que todos tengan lo esencial, esta economía debe ser frugal y solidaria.
EMPRESAS SOCIALES o SOLIDARIAS
Con proyectos sociales o ecológicos, reinvierten parte de sus beneficios en su misión. Practican la economía circular, como una alternativa a la económica neoliberal, aunque las dos coexisten.
En las Cooperativas de Mondragón (CM) los trabajadores son dueños de la empresa y la administran colectivamente. El grupo integra cooperativas autónomas e independientes, con un compromiso social y solidario entre ellas y con la sociedad. En la década de 1950, el cura José María Arizmendiarrieta inspiró el desarrollo de una serie de industrias de propiedad colectiva para emplear a los jóvenes de la región de Mondragón (País Vasco, España). Su visión era que, si los trabajadores fuesen propietarios, la riqueza se distribuiría entre ellos y la comunidad en general. Primero creó una escuela profesional, para formar técnicos para las empresas de la zona. Tutelados por el cura, grupos de alumnos fundan varias empresas cooperativas unidas entre sí, y basadas en los valores de cooperación, participación, innovación y responsabilidad social. Cada cooperativa dona el 10% de sus ganancias anuales a proyectos de educación y bienestar social y otro 10% a emprendedores sociales. La expansión de la red de empresas refuerza la economía regional. La Caja Laboral, hoy Laboral Kutxa, se creó para financiar el desarrollo de las cooperativas del grupo. Lagun Aro, cooperativa de bienestar social, ofrece seguros de salud y fondos de jubilación complementarios. Eroski, en el sector de la distribución, proporciona los bienes necesarios a precio justo. Hoy las Cooperativas de Mondragón son el primer grupo empresarial del País Vasco y uno de los más relevantes de España, con filiales productivas y presencia comercial en los cinco continentes. Tienen 74.000 trabajadores en 268 entidades, una universidad propia con 9 campus; 15 centros de investigación y desarrollo y promoción de nuevos negocios.
EDUCACIÓN PARA TRANSFORMAR LA SOCIEDAD
La Universidad de los pies descalzos, en Rajasthan (India), capacita a hombres y mujeres de áreas rurales, en su mayoría analfabetos, para que se conviertan en ingenieros solares, artesanos, dentistas y médicos en sus propias aldeas y encuentren soluciones a sus problemas. Su proceso educativo apunta al desarrollo comunitario sostenible con un estilo de vida sencillo al estilo de Gandhi y con un salario que permita vivir sencillamente. La universidad aborda problemas rurales, de salud, formación para mujeres, electricidad, energía y agua potable, conservación ecológica, y equidad social. Construida por la comunidad local, la universidad está electrificada con energía solar. Sus alumnos adquieren un saber hacer práctico. El maestro aprende del estudiante y el estudiante es maestro, porque todos tienen competencias, sabiduría, conocimiento y habilidades, aunque no tengan formación académica. La formación les proporciona herramientas y habilidades para mejorar sus vidas. La dificultad es convencer a la gente de que una persona iletrada, puede proporcionar servicios competentes, profesionales y de apoyo como cualquier doctor, maestro, ingeniero, arquitecto… En el programa de energía solar jóvenes desempleados y mujeres se han convertido en ingenieros de su especialidad, y de regreso a sus comunidades instalan, mantienen y reparan sistemas de electrificación con energía solar. Esto mejora sus vidas, y su economía y reduce las emisiones de CO2 del keroseno. Más de 4.000 niñas y 2.250 niños que trabajan durante el día en el campo con el ganado, participan en la educación nocturna. Junto a materias académicas (lectura y matemáticas), aprenden a cuidar los animales. Otros aprenden a regenerar los suelos a través del cultivo, siembra de árboles, pastos y arbustos resistentes a la sequía. La población local ha convertido más de 500 hectáreas desérticas en pastizales y ha construido 470 tanques subterráneos para recoger el agua de lluvia. Esto demuestra se pueden mezclar métodos y habilidades tradicionales, con métodos más modernos, para proporcionar soluciones sostenibles a largo plazo.
EL LUGAR Y EL PAPEL DE LA MUJER
Acción masiva por la paz de las mujeres de Liberia. En 2003, durante la deshumanizante guerra de Liberia, miles de mujeres de organizaciones musulmanas y cristianas, indígenas y de élites américo-liberianas, lideradas por Leymah Gbowee, lanzaron una campaña no violenta por la paz, unidas por su slogan «Tomemos el destino de esta pequeña nación en nuestras manos». Organizaron protestas silenciosas no-violentas, utilizaron la radio para difundir sus mensajes y captar adeptas, mantuvieron una huelga sexual (negando relaciones sexuales a sus compañeros o maridos hasta que se acabara la guerra) y amenazaron con una maldición a los que no intentaran la paz. Hicieron sentadas de oración, y bailes en el mercado del pescado, frente al palacio del presidente, para obligarle a recibirlas y comprometerse a asistir a las negociaciones de paz. Hicieron lo mismo con los líderes rebeldes. No estando representadas en las negociaciones, recogieron fondos, para enviar una delegación a Accra. Allí rodearon el hotel donde tenían lugar las negociaciones e hicieron cadenas agarradas por los brazos para impedir la salida de los negociadores hasta que firmaran la paz. Cuando la policía quiso desalojarlas amenazaron con desnudarse delante de ellos, lo que en muchos países africanos es una maldición terrible para quien lo ha provocado. ¡Y lo consiguieron: las diferentes facciones firmaron la paz! Las mujeres estuvieron activas en las elecciones y una mujer Ellen Johnson Sirleaf, la primera mujer presidenta, y Leymah Gbowee compartieron el premio Nobel de la Paz en 2011. El comportamiento de esas mujeres es una lección democrática y pacifista que puede inspirarnos.
DEMOCRACIA DIRECTA
Fideicomiso del Caño Martín Peña. En las márgenes del Caño (río) Martín Peña, en San Juan (Puerto Rico), hay 8 comunidades (unos 26.000 residentes) en asentamientos informales, sin alcantarillado ni agua potable. El agua del Caño no tiene salida, está contaminada y cuando llueve el asentamiento se inunda. Los habitantes del Caño se han organizado para exigir el dragado del río y la instalación de infraestructura sanitaria. Conscientes de que recuperar el río aumentará el valor de la tierra, con apoyo exterior la comunidad diseñó un fideicomiso (titularidad colectiva) para regularizar la tenencia de la tierra y dificultar la venta de parcelas individuales y evitar ser desplazados.
Los vecinos crearon la Corporación ENLACE, dirigida por los residentes, y la asociación G-8 (las 8 comunidades), para asegurar la participación ciudadana. Estos dos grupos han trabajado con un modelo participativo (planificar, actuar, reflexionar) para superar la marginación y pobreza y ser protagonistas de su propio desarrollo. El fideicomiso que asegura la propiedad de la tierra como comunidad, ha sido la columna vertebral del proceso y les permite acceder a créditos y a permisos para mejorar la casa.
En este trabajo colectivo los vecinos han aprendido a colaborar. Este proyecto del Fideicomiso es un paradigma de recuperación ecológica, social y cultural para el mundo entero, un signo de esperanza y una inspiración para otros asentamientos irregulares.
Marinaleda (Sevilla, España) es un municipio agrícola de unos 2000 habitantes. En los años 60 la mitad de sus habitantes, jornaleros muy pobres, emigraron para sobrevivir. Durante los 80, animados por su alcalde, que fundó el movimiento «La tierra para quien la trabaja», los jornaleros emprendieron protestas (huelgas de hambre, ocupaciones de fincas, de aeropuertos, estaciones de tren, bancos...) para reclamar la propiedad de las tierras. Ocuparon un gran terreno donde establecieron una cooperativa agrícola, y consiguieron su propiedad colectiva.
Una segunda cooperativa se formó para transformar los productos agrarios. Hoy la mayoría de habitantes trabaja en las dos cooperativas (propiedad de los trabajadores) con un sueldo digno. Los que no trabajan para el sector público viven indirectamente de las cooperativas. Todos los trabajadores públicos cobran lo mismo en el pueblo. Desde el alcalde hasta el que trabaja en el campo. Las decisiones (empleo, vivienda, impuestos...) se toman en asamblea. La gente vota cada vez que algo le afecta.
En Marinaleda no hay policías ni multas. La política de viviendas es la autoconstrucción. El Ayuntamiento proporciona los terrenos, el arquitecto y obreros profesionales para construir las viviendas, y el ciudadano ayuda con sus 400 días de trabajo, y paga una renta de 15 euros al mes, para cubrir los materiales. La casa, se puede transmitir de generación en generación, pero nunca venderla. En el pueblo no se permite la especulación.
Emmaüs (afueras de Pau, Francia), es un pueblo de utopía, una alternativa humana, social, ecológica, económica, política y solidaria basada en la ayuda mutua, el compartir y la justicia. El proyecto inicial de rehabilitación de personas a través del reciclaje de residuos, desechos y objetos usados, y por la convivencia, se ha convertido hoy en un pueblo con gran diversidad de actividades: talleres de reparación, de creación, de transformación de objetos; tiendas para vender todo lo que se fabrica y se repara; una granja ecológica con una agricultura respetuosa de la naturaleza y de los animales; cocina y enlatado de productos de la granja; formación en los talleres; lugares de acogida… Objetos y personas encuentran una segunda vida. Todo está orientado a facilitar el buen-vivir y la solidaridad… y todos participan en la construcción del pueblo y en la reconstrucción de los que lo necesitan. Los compañeros además del trabajo, tienen una vida rica e interesante: actos culturales, conferencias-debates, exposiciones, un festival de música anual, y participación en luchas solidarias con Cuba, Palestina y Bolivia. No se tira nada. Lo que no se puede reparar, se envía a reciclar. Emmaus es un laboratorio de innovaciones de sociedad que construye un mundo más justo, a través de un proyecto alternativo original, que acoge a 140 compañeros, asalariados y voluntarios, donde se siente el placer de vivir juntos. Aquí el decrecimiento es un buen-vivir con alegría, en un ambiente de libertad y de solidaridad.
EDUCACION PARA LA DIFERENCIA
La Escuela de la diferencia, en Orán, Argelia, reúne una vez al año a jóvenes de diversos países, cristianos, musulmanes, judíos, no creyentes… para vivir una experiencia de 10 días de multiculturalidad.
La capacidad de vivir pacíficamente la diferencia contribuye a la paz y al progreso de los pueblos, pero a menudo en nuestro mundo la diferencia es percibida como un peligro. La Escuela de la Diferencia ofrece a jóvenes (20-30 años) una experiencia que les prepara para vivir este desafío. Los tiempos de reflexión y de convivencia permiten percibir que «el otro» puede estar profundamente conectado con sus raíces espirituales, y que la espiritualidad es parte de la solución, no el problema.
En la sesión de 2017, jóvenes de Alemania, Argelia, Burkina Faso, España, Francia, Italia, Madagascar, Senegal, Sry Lanka... trabajaron sobre: salir de la zona de confort, vivir en armonía con el planeta, la no-violencia activa, acoso y discriminación, construir una humanidad plural, amar a Dios y al prójimo como fundamento de toda religión…
Cada día acogían a personas que viven la diferencia como una riqueza: fotógrafo sudano-argelino, matrimonio islamo-cristiano, promotora de eco-turismo, víctimas de discriminación que aprenden a reclamar sus derechos, grupo teatral de improvisación, etc.
BANCOS Y FINANCIERAS SOLIDARIAS
Ofrecen servicios bancarios y de crédito adaptados a las necesidades específicas de personas y grupos sin acceso al crédito, y permiten a personas y organizaciones de solidaridad apoyar proyectos económicos sociales y solidarios. La finanza alternativa y el ahorro/inversión ético y solidario aumentan en el mundo. En 2016, en Francia, 2,6 millones de personas invirtieron 32.000 millones de dólares en proyectos solidarios o sociales.
Banco Palmas es un banco comunitario de desarrollo fundado por la comunidad de residentes de Palmeiras, un suburbio de Fortaleza (Brasil), que es aún hoy su gerente y propietaria. El Banco opera bajo el principio de la economía social y solidaria, y apoya a empresas solidarias. Sus beneficios se emplean para crear redes locales de producción y consumo, que promueven el autodesarrollo de áreas de bajos ingresos.
Implementa proyectos de economía solidaria centrados principalmente en la superación de la pobreza urbana y rural y actúa en áreas caracterizadas por un alto grado de exclusión y desigualdad social. Otorga microcréditos para la producción y el consumo local a bajo interés y sin garantías (los vecinos garantizan la fiabilidad del prestatario). Proporciona acceso a los servicios bancarios a los residentes de las comunidades más pobres que no tienen acceso a los bancos tradicionales, debido a la falta de garantías financieras y/o a la distancia física. Es el primero de los 52 bancos comunitarios actuales en Brasil que forman la red de «bancos de desarrollo comunitario» (BDC) para generar empleos e ingresos.
Oikocredit, que surgió en 1968 en el seno del Consejo Mundial de las Iglesias (CMI), es hoy una inversora global social y cooperativa que brinda servicios financieros a personas de bajos ingresos, con énfasis en cooperativas, áreas rurales, mujeres, agricultura, comercio justo y pequeñas y medianas empresas para garantizar que los pobres puedan obtener acceso a instrumentos financieros seguros para construir una vida mejor. Así, ofrece a sus inversores un triple rendimiento: financiero, social y ambiental.
Los inversores saben que su dinero se utiliza para mejorar la vida de personas, hogares, comunidades y del planeta. Para que esto sea real se selecciona cuidadosamente a los socios, se les supervisa, se les apoya con una evaluación equilibrada de sus compromisos sociales. Oikocredit ofrece asesoramiento y desarrolla las capacidades de los socios para que sus proyectos sean eficaces y efectivos.
Babyloan, un portal web de solidaridad de microcrédito donde los usuarios de internet eligen prestar, a partir de 20 euros, a microempresarios en países en desarrollo. Más de 17.000 prestamistas solidarios.
CROWDFUNDING (financiación colectiva)
Un gran número de inversores financian, por internet y sin intermediarios, con cantidades reducidas, proyectos que pueden tener un alcance y un impacto significativo. El inversor/ahorrador puede decidir en qué proyecto social o solidario invertir, y supervisar su desarrollo por internet. El promotor del proyecto que busca financiación publica su proyecto para atraer los fondos necesarios. Cada inversor puede invertir de 20 hasta 2.000 por proyecto.
Fadev (Fondo de Desarrollo de África, con sede en París, Francia) plataforma de crowfunding que con el apoyo de socios (fondos de desarrollo, bancos-cooperativos) y contribuciones individuales, incluso de África, apoya proyectos de desarrollo en África.
Solylend (préstamo solidario), plataforma de financiación colectiva, promueve la inversión con rostro humano para financiar proyectos de economía social y solidaria en países emergentes. Conecta inversores privados con compañías en torno a proyectos innovadores y eco-sostenibles que permiten el desarrollo y la mejora de las condiciones de vida.
Viviendas Ndo’o (sede eb Burdeos, Francia): Propone baratos contenedores reciclados como viviendas, oficinas o tiendas sostenibles para resolver la crisis de la vivienda.
Sunna (Blanquefort, Gironde, Francia) vende equipos eléctricos solares con teléfono adaptado a redes con poco alcance y conexión de aparatos. El equipo se paga poco a poco, según decide la familia.
MONEDA COMPLEMENTARIA
Se crea de forma democrática, descentralizada y comunitaria, lo que permite consolidar y potenciar economías locales basadas en la cercanía y el conocimiento mutuo. Hace circular el dinero en la economía real local, favoreciéndola. Esta moneda no produce intereses y no hay posibilidad de especular con ella. Muchas de estas monedas son electrónicas.
La libra de Bristol vale 1 libra esterlina y fue lanzada en 2012 en Bristol (Reino Unido) para impulsar el comercio local, evitando los productos y servicios ofrecidos por las grandes empresas que extraen el dinero de la ciudad. Ofrece 3 métodos de pago: en efectivo, por teléfono, y a través de una plataforma digital. Se ofrecen descuentos al usar esta moneda.
El Túmin (dinero, en Totonaca) es la moneda de Veracruz, México. Nació en 2010, con la crisis económica, para desarrollar la economía local a través de una red solidaria. Al circular internamente activa el consumo de locales, abaratando costos y promoviendo intercambios. Es una especie de trueque. Hoy se extiende a más de 16 estados mexicanos.
VIVIENDA
Covivienda (cohousing) es una comunidad formada por personas que comparten servicios comunes en un grupo de viviendas privadas. La construcción o reforma es planeada y gestionada conjuntamente por sus residentes, según el modelo que ellos mismos deciden para responder a sus necesidades específicas, siguiendo principios sociales de organización, ecológicos, de sostenibilidad y ahorro energético, etc. Es una forma alternativa de vida con gente que esté interesada en cambiar las cosas, en cambiar el mundo. En España los primeros proyectos de covivienda se han formado por comunidades de mayores, donde ellos han decidido qué espacios comunes querían: pequeños huertos para cada uno, para poder trabajar al aire libre cuando quisiesen, o espacios de lectura comunes, o un espacio para un fisioterapeuta u otros servicios… Con procesos semejantes, en otros lugares y de otra manera, cambiaremos el mundo.
El Movimiento de Ciudades en Transición ataca las 3 grandes amenazas g