Niños de la calle

Niños de la calle


El obispo boliviano Nino Marzoli denunció que los cientos de niños abandonados en las calles del país son víctimas de los traficantes de órganos humanos, que les extraen los riñones o pulmones y después los venden en Brasil y Paraguay.

«La Iglesia Católica tiene conocimiento de que numerosos menores son raptados en las principales ciudades de Bolivia y después de extraerles algunos órganos son abandonados u obligados a pedir limosna en las calles. Cientos de niños han caído en las garras de verdaderas mafias que los usan para prostitución, tráfico de órganos o para explotación laboral», aseguró el obispo.

Según cifras de la Universidad Católica Boliviana (UCB), sólo en Santa Cruz, considerado el centro industrial del país, existen unos seis mil niños abandonados que viven en la calle y que son explotados por las mafias locales.

«El drama que viven estos miles de menores es una vergüenza para la sociedad boliviana, porque pese a existir un organismo del Estado que protege al niño nada se hace para salvarlos de esta situación», declaró Nino Marzoli. Recordó que en el oriente del país operan también bandas internacionales dedicadas al tráfico de niños para adopción ilegal en Estados Unidos, Brasil y Europa, donde los pequeños son vendidos hasta en 20 dólares.

La denuncia se conoció en momentos en que una ex funcionaria del desaparecido Organismo Nacional del Menor y la Familia (Onamfa) está acusada de traficar con menores para adopción ilegal.