Oración de la resistencia. Salmo de alabanza. Salmo 151
ORACIÓN DE LA RESISTENCIA
Bendito sea Dios por la resistencia,
por la vida de nuestros pueblos negros e indígenas.
Bendito sea Dios que en esta AfroAmerindia nos amó primero.
Bendito sea Dios por nuestros padres, que supieron resistir a la esclavitud
incluso muriendo en los lugares de tormento.
Bendito sea Olorum, bendito sea Tupã,
Dios que alimentó la resistencia de nuestros antepasados.
Bendita sea la naturaleza que nos enseñó a relacionarnos con Dios
y nos alimenta, protege y da vida.
Bendito sea Dios por la vida de nuestros Mártires: Zumbí, Luisa Mahin, Manoel Congo,
João Cândido, Anastasia y tantos y tantas, que con su sangre nos enseñaron a resistir.
Bendito sea Dios por la fe y la resistencia de nuestras madres, rezadoras, y sacerdotes,
por la fe de nuestros hermanos y hermanas negras e indígenas
que guardan las tradiciones, la ciencia d-el parto, la importancia de las hierbas medicinales,
por el rezado, el congado, el tambor de Minas, la capoeira, el candomblé.
Bendito sea Dios por todos los negros/as e indios/as que hoy continúan luchando
por la construcción de nuevas malocas, de nuevos Quilombos de liberación.
Maldito sea todo chicote, todo salario mínimo, todo envenenamiento de los ríos.
Maldita sea toda constitución que viole nuestros derechos humanos y culturales.
Maldita sea toda tierra robada y hasta hoy negada.
Bendito y alabado sea Dios por la vida de nuestros antepasados.
Bendita y alabada sea la fe y la resistencia de nuestros ancestros.
Y creemos que nuestro Dios es el Dios de la vida, de la danza, del canto,
del atabaque, de la pintura y del bosque de palmeras de coco...
es el Dios de todas las alabanzas, y por eso decimos:
Madjumba Axé - Imaira
Salmo de alabanza
Bendito eres tú, Olorum, que creaste cielo y tierra,
que creaste a la mujer, compañera de lucha.
Bendito eres tú, Olorum, que creaste a las mujeres, defensoras de la vida, c
omo las parteras hebreas, mujeres protagonistas
en la historia y formación de tu pueblo: Sara, Débora, Judith, Ana, Agar...
Bendito eres tú, Olorum, Padre y Madre, por la mujer, capaz de engendrar vida cada mañana,
que alimenta la esperanza de sus hijos mientras luchan y resisten al poder,
dios de sus opresores.
Te bendecimos por María, nuestra hermana, mujer que dijo sí al proyecto de liberación:
y no a los grandes y soberbios, denunciando todo tipo de esclavitud.
Bendito eres tú, Olorum, por la Mujer Negra, engendradora de vida,
en la alegría y en la lucha como fuerte señal de resistencia.
Salmo 151: Unidad viva
¡Olorum camina con nosotros! A lo largo de la historia
tu presencia es nuestra fuerza en lo más íntimo de nuestro ser
impulsando y sustentando el caminar del pueblo negro.
Tú eres la razón de nuestro vivir, la luz que ilumina el suelo de nuestra existencia,
certeza y esperanza en las dificultades de la vida, consuelo en el dolor, en el hambre,
en la sed, en el sueño, en la lucha de quien quiere vida.
¡Olorum, Dios fuerte! Mira con cariño a tu pueblo
que, aunque en medio del dolor, lucha con fuerza y quiere liberación.
En medio de la violencia de las grandes ciudades, en la huida del campo del pueblo,
en los nuevos palenques y senzalas, tu presencia es constante.
Envíanos tu Axé. Olorum es nuestro Axé.