Para que ganemos la guerra

 

Para que ganemos la guerra, Yasmina Caballero

Desgranaremos la lluvia y el viento.

Encenderemos el cielo

como se encienden los candiles y todo

destello dejará de ser lágrimas una a una

sobre el bosque lloverá lavanda.

 

 Será el momento de levantar a nuestros muertos

 y que desayunen algo, una nube, un otoño,

una estrella.

Será el momento de levantar todos los versos

las mariposas

y abrir el pecho para que las balas penetren

y se marchen

 y ya nada pueda volver a matarlos.

Nuestros muertos

 dulce separación la de las flores y el sol

 y no volver a sentir hambre, ni sed, ni rabia.

 

Para que caigan ciegos los fusiles

 para que los verdugos sólo sean larvas dementes

 que se arrastren y no puedan tocarnos.

 Ni se desangre el mirlo

 ni se petrifiquen los gritos

 para que triunfemos

 volver a las trincheras

 y disparar claveles, rosas, geranios,

 agitar el alba

 despertar la idea que aviva la luz

 despertar al pueblo

 y tendernos al mundo

 para que nadie vuelva a quedarse dormido

 y no sea el país entero la tumba.
 

Para que ganemos la guerra

y no muera ningún niño y su juguete

levantar a nuestros muertos de su cama

y nuevamente pasar revista.

 

Eso

despertarlos que amanece

hay aire para no ser respirado praderas

que esperan arder manzanas podridas

 y tantos nombres para que sean escuchados:

MARIA JOSÉ ALBA GARCÍA FÉLIX MARTÍN

POZO CARLOS ALLENDE FERNÁNDEZ

 

Ellos tendrán que arrancarse la daga

 y sembrar un pájaro en la tierra que los vio alzarse

 y que desfile el sur

 el norte

 la osa mayor

 los festejos

 las risas

 la comida caliente

 el cumpleaños de la abuela.

 

Todo ello abortado

todo en blanco y negro

todo beso sin labio

pero; ellos

los que nunca mueren

los que se casan con los mares

los que aprendieron a pastar un poco más al este

se quedan aquí entre nosotros

para que ganemos la guerra.