Pastoral con latinos "ilegales" en Europa
PASTORAL CON LATINOS ILEGALES
A partir de los años 70, Europa comenzó a poblarse de exiliados latinoamericanos. Se trataba de personas que salían de sus países debido a golpes de estado, dictaduras militares, etc. Estos exiliados recibían el estatuto de “refugiado político”. En los años 90 se da la llegada masiva de personas provenientes de los países latinoamericanos. Las razones que les obligan ahora a salir de sus países son múltiples, principalmente las económicas. Estas personas no reciben un estatuto jurídico que les permita residir en el país de llegada.
Para darnos una idea de la magnitud de este fenómeno, se calcula que en Bélgica, por ejemplo, hay alre-dedor de 30.000 latinoa-mericanos “sin papeles”.
El "ilegal" es alguien sin rostro, alguien que tiene que vivir escondido, y por tanto, que no existe para las autoridades del país. Esto implica que sus derechos más fundamentales no le son reconocidos. Por ejemplo, el derecho a la salud, al traba-jo, a un lugar donde habitar...
El sueño del dinero fácil ha provocado que algunos participen en la prostitución masculina o femenina, el tráfico de droga, el robo, etc., si bien es cierto que la gran mayoría busca tener un empleo estable. La realidad es que el trabajo es más bien ocasional e informal o ilegal.
El tener que vivir escondido y sin un rostro provoca un fuerte choque a nivel emocional y cultural. La tristeza y la soledad consiguientes provocan depre-siones. Es el precio a pagar por la posibilidad de ganar dinero con que se mantiene a la familia y se logran algunas comodidades.
Nuestras comunidades cristianas de habla española son una posibilidad para devolver el rostro a la persona, para darle un lugar de pertenencia y participación, un lugar de encuentro y reconocimiento, un lugar donde las tradiciones culturales y religiosas se comparten enrique-ciendo la vida de la comunidad. La fe y la lengua nos unen en una solidaridad sin fronteras.
Esto es un reto para todos: por una parte, es el desafío de la búsqueda de estructuras sociales y económicas más justas y humanas, de modo que cada persona pueda vivir dignamente en su propia tierra; por otra parte es el desafío de acompañar a los inmigrantes a que puedan salir de sí mismos y de sus intereses, para compartir la enorme riqueza que cada cultura posee.
Hna Pilar Goterris
Sra. Meis Bockaert: meis@skynet.be
P. Guillermo Lancaster Jones: guilajoca@hotmail.com
Hna Pilar Goterris
Sra. Meis Bockaert: meis@skynet.be
P. Guillermo Lancaster Jones: guilajoca@hotmail.com