Propuesta: "Grito de los Excluidos" latinoamericano

GRITO DE LOS EXCLUIDOS LATINOAMERICANO

Luiz Bassegio


El “Grito de los Excluidos” tuvo su origen en Brasil en 1995, a partir de la Campaña de la Fraternidad de la CNBB que era sobre el tema “Fraternidad y excluidos”. Habiendo sido iniciado por las comisiones pastorales de la CNBB, se convirtió en 1996 en un proyecto oficial de la misma. Desde el inicio, sin embargo, contó con importantes y fundamentales colaboraciones, que se están consolidando y ampliando al pasar los años. Inspirado en el tema y los objetivos de la 3ª Semana Social Brasileña y junto con la Campaña Internacional Jubileo 2000, ha contribuido mucho para el rescate de las deudas sociales y para el no pago de la Deuda Externa de los países pobres.

Construido de forma colectiva, va ganándose un espacio cada vez mayor a medida en que se consolidan las colaboraciones. Es un espacio de los excluidos que apunta a la necesidad de un nuevo modelo de sociedad donde reine el compartir, la justicia y la solidaridad. Sumándose a la 3ª Semana Social Brasileña, muestra que los pobres, tenidos normalmente como deudores, en verdad son los acreedores que tienen que cobrar muchas e históricas deudas sociales.

Desde 1998 venía siendo preparado el Grito de los Excluidos Latinoamericano, y el mismo tuvo lugar de hecho ya en varios países de América Latina. El evento tuvo los siguientes objetivos:

-denunciar el modelo neoliberal excluyente e inicuo que amenaza y destruye la vida y el medio ambiente;

-fortalecer la soberanía de los pueblos y defender la vida;

-rescatar las deudas sociales.

Como ejes orientadores del Grito se estableció que fueran los siguientes: la realidad, la deuda externa, las desigualdades, la opresión, la falta de democracia y desempleo; la aspiración a una vida con justicia y libertad, la paz con dignidad, la democracia y solidaridad, y que el Grito sea realizado en todos los espacios posibles, involucrando articulaciones y redes de luchas sociales ya existentes.

Tratando de tener una cobertura mayor, el Grito Latinoamericano es un espacio de discusión y de viabilidad a las diversas iniciativas que luchan por el no pago de la Deuda Externa de los países pobres, como por ejemplo, la Campaña Internacional Jubileo 2000.

Encuentra respaldo en este sentido en el Papa Juan Pablo II, cuando en la Tertio Millenio Adveniente dice: “así, en el espíritu del Levítico, los cristianos deverán hacerse voz de todos los pobres del mundo, proponiendo el Jubileo como un tiempo oportuno para pensar en una consistente reducción, si no incluso en el perdón total, de la deuda internacional, que pesa sobe el destino de muchas naciones” (TMA 51).

A eso se suma también la declaración de don Pedro Casaldáliga cuando dice: “El movimiento popular y los sectores comprometidos de las Iglesias... han declarado que la deuda externa es inmoral, no se puede y no se debe pagar, porque ya fue pagada.

Para el año 2000, los países que organizaron el Grito Latinoamericano están organizando el Grito Continental, de las Américas.

¡Vamos a hacerlo juntos!

Situación del Grito en el Continente:

En general, todos los países de América Latina se propusieron organizar el Grito en el propio país. Iniciaron la preparación en julio de 1998 los países siguientes: Brasil, Argentina, Ecuador, Paraguay, Nicaragua, Honduras, México, Perú. España inició su preparación del Grito en apoyo al latinoamericano, en el mes de marzo de 1999.

Para contactos con la coordinación del Grito de los Excluidos latinoamericano, dirigirse a estas dos direcciones:

* pastmigra@usway.com.br (secretaría del Grito en Brasil)

* info@alai.ecuanex.net.ec (secretaría en Ecuador).

2. Sugerencias sobre cómo organizar el Grito

-Organizar en cada país un equipo nacional de coordinación amplia, así como equipos regionales/locales (lo que facilita la participación y el protagonismo de los excluidos), involucrando movimientos populares, sindicales, iglesias, ONGs, entidades, etc.

-Centralizar, en la medida de lo posible las informaciones de cada país en una secretaría, utilizando las estructuras existentes de alguna de las entidades.

-Incentivar la creatividad a partir de las exigencias mayores de cada realidad local.

-Crear una red de articuladores locales, regionales, personas voluntarias dispuestas a contribuir ya sea en la realización local, o con sugerencias para la coordinación nacional.

-En el día del Grito, descentralizar los actos, procurando realizarlo en el mayor número posible de localidades, facilitando así la participación de los excluidos.

-Contribuir financieramente, en la medida de lo posible, para que sea una construcción colectiva a partir de la participación de todos.

-Ampliar siempre más las alianzas, principalmente con aquellas organizaciones ligadas a las bases.

-Las banderas o reivindicaciones locales, deben estar articuladas con las más generales, las más amplias (articular lo micro con lo macro).

-Partir siempre de la cultura local, priorizando siempre las formas de manifestación propias de cada lugar.

-El Grito es de los excluidos: son ellos los que deben hablar; la simbología y la creatividad deben hablar más alto que los discursos.

3. Página en internet

Aún no la tenemos; usemos el correo-e de la coordinación.

P. Luis Bassegio - Ari Alberti

Coordinación del Grito de los Excluidos.

 

Luiz Bassegio

Assesor do Setor Pastoral Social, CNBB