Psicología de la Liberación
PSICOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN
Mónica Sánchez
La comprensión de los acontecimientos sociales no es fácil, pero es necesaria para la vida sana de las personas. Nuestra capacidad de entender la historia es limitada y muchas veces está fuera de nuestro alcance. Son necesa-rias por eso relaciones sociales favorecedoras de un desarrollo consciente y libre. Para transformar el mundo es necesario algo más que un trabajo de cambio en los niveles externos... La Psicología tiene un lugar privile-giado en la comprensión y en el acompañamiento de estos cambios. Es la que puede posibilitar que las perso-nas tengan claridad sobre la historia. Hace falta poner el conocimiento psicológico al servicio de la construcción de una sociedad en la que el bienestar de unos pocos no se asiente sobre la desgracia de los muchos.
Ignacio Martín-Baró, jesuita y psicólogo social, hizo su propuesta de Psicología de la Liberación (PsL), espe-cialmente dirigida a las mayorías pobres y oprimidas, un compromiso ético y político con la sociedad.
Las personas necesitan ser agentes de sus propias existencias, liberándose de las estructuras que las opri-men. És la preocupación de la PsL: un compromiso ético y político con las personas y las comunidades, una acti-vidad de transformación de la realidad. Para esta nueva forma de imperialismo que penetra el cotidiano de cada vida, necesitamos la fuerza liberadora que viene de dentro y de todos.
La PsL recupera la memoria histórica de las mayorías, impide el fatalismo y la alienación, posibilita la parti-cipación crítica, especialmente de aquellos que son las víctimas de la sociedad, y libera el potencial de esperan-za y resistencia de que es capaz una comunidad humana.
Tratando de mantener vivas las ideas de la PsL, se han organizado seis Congresos Internacionales. En no-viembre de 2005 tendrá lugar el VII. Para informarse sobre el Congreso, contactar al prof. Ignacio Dobles, idobles@cariari.ucr.ac.cr, de la Universidad de Costa Rica
Si es usted psicólogo/a y quiere dar a su profesión un sentido social de liberación, forme su propio grupo, póngase en contacto con el movimiento de PsL, partici-pe y haga de su profesión un servicio liberador a la Causa de los pobres. Contáctese con la prof. Raquel Guzzo, Campinas, Brasil: rguzzo@mpc.com.br
FILOSOFÍA DE LA LIBERACIÓN
Convencidos de que ni la filosofía ni la teología latinoamericanas en general, a pesar de sus innegables e importantes avances en la contextualización de sus reflexiones, ha logrado todavía el radical giro intercul-tural e interreligioso que requiere la diversidad cultural y religiosa de Abya Yala, un grupo de filósofos y filósofas así como de teólogos y teólogas reunidos en Canoas, RS, Brasil, con ocasión del Primer Seminario Internacional sobre Filosofía Intercultural y los retos de la globaliza-ción, decidió, en asamblea constituyente tenida el 20 de mayo de 2003, fundar la “Asociación Sudamericana de Filosofía y Teología Interculturales” (ASAFTI).
Con esta nueva organización se quiere revitalizar el movimiento liberador, que desde casi 35 años viene potenciando la reflexión filosófico-teológica del Conti-nente, al centrarlo en el diálogo y en la promoción de la pluralidad filosófica y teológica latinoamericana. El objeto fundamental de la ASAFTI es así fomentar el diálogo e intercambio de América Latina con su propia diversidad.
Su estructura organizativa es la siguiente:
Presidenta: Dina V. Picotti, Buenos Aires
Vice-presidenta: Neusa Vaz, Porto Alegre
Secretario: Antonio Sidekum, São Leopoldo
Vice-secretaria: Vanildo Luiz Zugno, Canoas
Vocales: Carlos Cullen, Buenos Aires
Diego Irarrázaval, Puno
Luis Carlos Suzin, Porto Alegre
Mauricio Langón, Montevideo
Ricardo Salas, Santiago de Chile
Areas temáticas: 1. Culturas amerindias, 2. Culturas afroamericanas, 3. Culturas iberoamericanas, 4. Culturas inmigrantes, 5. Culturas emergentes
La ASAFTI tiene su sede legal en el Departamento de Filosofía del Centro Universitario La Salle en Canoas, Brasil.
La dirección para contactos e informaciones es: sidekum.sle@terra.com.br
MEDICINA DE LA LIBERACIÓN
Aunque el libro del P. Martín Baró es sobre «Psicolo-gía de la Liberación», me pareció que el mensaje del libro es aplicable a la medicina en general. Martín-Baro escribía: «En nuestro caso más que en el de otros, el principio que ha de mantenerse es el de que la preocu-pación del científico social no debe ser tanto explicar el mundo sino cambiarlo».
Martín-Baro urgió a que La Psicología de Liberación debía explorar nuevos horizontes, una nueva manera de buscar conocimiento y una nueva manera de actuar. Como ejemplo de lo que debería hacerse, él se refirió a Paulo Freire, el brasileño que desarrolló el método de enseñar a leer y escribir a los adultos pobres basado en el diálogo y buscó romper «las cadenas de la opresión personal, así como las cadenas de la opresión social».
Me parece que Martín-Baró estaba describiendo la clase de medicina que nosotros estábamos tratando de practicar: «El uso consciente y concienzudo de la salud para promover la dignidad humana y la justicia social».
Medicina de Liberación inmediatamente trae a la mente la Teología de Liberación (TL), el movimiento que ha interpretado las enseñanzas de Jesús como haciendo un llamado radical a la igualdad y el amor a todos. Meto-do-logía útil con o sin el punto de vista religioso, la TL hace un llamado a la observación, reflexión y acción. Siempre que sea posible este proceso debería realizarse por medio de acompañamiento de los marginados, aque-llos a quienes Romero llamaba «los que no tienen voz».
Por supuesto, mucha gente ha estado practicando la Medicina de Liberación por largo tiempo, sin llamarla así. Tenemos que esforzarnos por trabajar dentro del contexto de la comunidad, porque la liberación es un ejercicio comunitario al igual que uno individual. En «Virtudes de la Práctica Médica», Edmundo Pellegrino y David Tomasma presentan la medicina como una comuni-dad moral: «Estas tres cosas –índole de la enfermedad, no propiedad del conocimiento médico, y el juramento de fidelidad a los intereses del paciente– generan un lazo moral fuerte y una responsabilidad colectiva... La medicina no puede, y no debe, hacer todo esto sola. Pueden asociarse con otros profesionales de la salud, personas interesadas y legisladores».
Véase: www.dgonline.org/spanish/sp-libmed.html
HACIA UN MOVIMIENTO DE LA LIBERACIÓN
La primera vez que escuché Medicina de Liberación, lo asocié, obviamente, con la Teología de Liberación. Pero pensé: cualquier persona podría utilizar su campo de espe-cialización «para la liberación», para ayudar a otros y construir un mundo mejor. Mi mente extrapoló el concepto, aplicándolo a mi propia profesión.
Soy escritora y editora; hago lo posible por ayudar en la promoción de salud y derechos humanos haciendo voluntariado para una organización sin fin de lucro llamada «Doctores para la Salud Global». Elaboro su Circular de Noticias y otros materiales. Podría decir que soy una Escritora y Editora de Liberación.
Cualquier profesión puede ser un vehículo para dar poder a los menos afortunados. Los fontaneros que dan su tiempo y conocimiento para «Habitat for Humanity», están practicando Fontanería de Liberación. El experto en computadores quien hizo voluntariado para crear una red de computadores en un proyecto en El Salvador, practicó Ingeniería de Liberación. Mi madre, que se vale de la pintura para denunciar la violencia y la injusticia, hace Arte de Libera-ción. Y así, las posibilidades son infinitas...
Imagínense la comunidad que se podría construir si cada quien, trabajando para mejorar su propio ambiente, pudiese sentirse parte de un grupo mucho más grande que estaría haciendo lo mismo... Un Movimiento de Liberación, hecho de Medicina de Liberación, Ingeniería de Liberación, Banca de Liberación, Editorial de Liberación, Arte de Liberación, etc. Cada uno de nosotros tendría contacto con una red de profesionales en varios campos de especialización, y podríamos ayudarnos a resolver los problemas en formas nuevas y originales...
Claro está: hacer trabajo simplemente de caridad no califica como Liberación; algunas de las fuerzas más opresivas en nuestra sociedad hacen muchas «obras de caridad»... Por esto es importante extender a este Movi-miento la definición de la Medicina de Liberación: «El uso consciente y concienzudo de la vocación personal para promover la dignidad humana y la justicia social». Todo tipo de trabajo de liberación requiere trabajar para y con otros seres humanos, con la conciencia de que las mismas cadenas nos amarran a todos, aunque algunos llevemos una vida más fácil.
Mónica Sánchez, Monique@bway.net