Religiones y mujer
RELIGIONES Y MUJER
Atlas de las religiones
El estatuto de las mujeres varía fuertemente de una religión a otra. Pero la tendencia a no considerarlas en pie de igualdad con los hombres, persiste. El estatuto de las mujeres y su papel en las religiones evoluciona lentamente.
Hoy existe en Marruecos un centro de formación para morchidates (guías): las mujeres pueden instruir a los fieles en los deberes religiosos, pero dirigir la oración de los viernes sigue estándoles prohibido.
Lo mismo ocurre en Irán, donde sí están autorizadas a practicar las rowze (recitaciones de la historia de los mártires).
En Malasia, las autoridades musulmanas permitieron el acceso de las juezas a los tribunales, pero ellas no pueden aplicar leyes hudud (lapidación, amputación, etc.) ni castigar las gisas (crímenes que dan lugar al encarcelamiento o a la pena capital).
En el judaísmo, el estudio de la Torá y los deberes de la liturgia pertenecen a los hombres; para la mujer, el cuidado del hogar y la transmisión de los valores.
Sólo el judaísmo de la Reforma (millón y medio de miembros en 1972), permite que a fines de la década actual se cuenten casi 200 rabinas en EEUU, 10 en Gran Bretaña, 4 en Israel y 2 en Francia.
Las mujeres ocupan un lugar importante en la catequesis de la Iglesia Católica; en la liturgia pueden dirigir funerales y asambleas sin sacerdote, así como repartir la comunión. Sin embargo no tienen permitido acceder al orden sacerdotal.
La Iglesia Anglicana de Inglaterra les autoriza el sacerdocio desde 1994: ya hay 2000 en actividad en el Reino Unido.
La Iglesia Ortodoxa, por su parte, se niega a ordenar mujeres.
Entre los budistas (Mahayana), al igual que los hombres, pueden convertirse en monjas y en lamas.
Paralelamente, a menudo, son los estados más laicos los que garantizan a las mujeres una igualdad de trato, al menos según la ley.