¿Santos protestantes?
¿SANTOS PROTESTANTES?
KENT MAHLER
¿Cómo se las arregla una iglesia protestante para tener santos? Es cierto que la mayoría de las iglesias nacidas de la Reforma del Siglo XVI, especialmente aquellas que conforman el movimiento pentecostal de nuestro siglo, no aceptarían nunca tener santos en el sentido usual de la palabra. Todo lo contrario: muchas de ellas condenan la veneración de los santos como una práctica idolátrica. Entonces ¿de dónde saca esta Agenda los “santos protestantes” que publica a la par de los santos de la Iglesia Católica?
Es que no son santos para venerar y pedirles favores. Son personas escogidas de entre todos los siglos y todas las iglesias cristianas y propuestas como ejemplares para ser imitadas por nosotros los cristianos del día de hoy. Son mujeres y hombres que se han desempeñado dentro del cristianismo en sentido amplio; no solamente en los círculos eclesiásticos, sino en todas las ocupaciones y actividades humanas. Han buscado “mediante su servicio a la sociedad, sus creaciones y sus descubrimientos, abrir los ojos de la humanidad hacia la belleza y la gracia de Dios”.
Así reza la explicación ofrecida por la comisión que las Iglesias Luteranas de EEUU designaron para compilar la lista de “Fiestas menores y conmemorativas” para un himnario de publicación reciente, la misma lista que sirve como fuente para los nombres que aparecen en la Agenda.
Entre las iglesias luteranas, como en el resto de las iglesias protestantes (llamadas “evangélicas” en gran parte de nuestro Continente), no hay ley canónica ni autoridad mundial. Cada iglesia nacional es autónoma. Dentro de esa libertad, las iglesias luteranas por su parte han querido preservar muchos aspectos de la iglesia histórica en occidente que otros grupos descartan como de poco o ningún valor. A la vez buscan reconocer en otras tradiciones protestantes y en la tradición romana de la pos-Reforma elementos destacados que puedan servir como ejemplo para los creyentes de todos los tiempos. Así es que en este caso los luteranos celebramos la vida y actividades de personas de la iglesia antigua, del protestantismo y del catolicismo romano. Entre las personas escogidas por iglesias y otras entidades luteranas para la celebración de sus vidas vienen incluídos los nombres, p. ej., de Juan XXIII, Bartolomé de las Casas y el profeta y mártir Monseñor Oscar Arnulfo Romero, junto con protestantes destacados.
Tampoco faltan mujeres de todas las épocas. Lidia, Dorcas y Febe aparecen para el 27 de enero, rescatando figuras de la iglesia apostólica.
Pero, no solamente el servicio abnegado es tomado en cuenta en el caso de las féminas: el día 15 de julio se recuerda a Olga Confesora (969), princesa, estadista y primera conversa rusa a la “fe griega”.
El primero del mismo mes se dedica a la memoria de Catalina Winkworth (1878), música y compositora de muchos himnos.
La reforma luterana se hizo fuerte en el norte de Europa, pero no se desestima el pasado mediterráneo, tomándose en cuenta el 29 de abril a Catalina de Siena (1380), maestra.
Y cerrando el círculo ecuménico, se aparta el día 17 de noviembre para la memoria de Isabel de Turingia (1231), princesa húngara quien como joven hecha viuda por las cruzadas dejó el castillo del Wartburgo donde residía para dedicarse totalmente al servicio de sus súbditos más necesitados. Este mismo castillo, trescientos años más tarde, serviría de refugio a Martín Lutero mientras traducía el Nuevo Testamento. Ambos espíritus conviven en total harmonía todavía, ¡tanto en el castillo como en esta Agenda!
Los varones conmemorados tipifican una amplia gama de actividades. Nicolaus Copernicus y Leonhard Euler (25 de mayo) contribuyeron notablemente para avanzar los conocimientos de las ciencias modernas nacientes sin dejar a un lado los valores de la fe.
El Cacique Seattle de la Confederación Duwamish (7 de junio) respetaba al Dios de los pieles blancas, pero, decididamente, no respetaba su actuación, tan contraria al amor y hermandad que muchos de ellos proclamaban (ver su mensaje en la Agenda de 1993).
Jorge Fox (17 de enero) fue el fundador del movimiento de los Quáqueros, honrado por su gran espíritu reformista.
Así también el sacerdote Juan Hus (6 de julio), quien un siglo antes de Lutero aceptó perecer en la hoguera antes que renunciar las enseñanzas de Cristo como él las entendía de la Biblia, y cuyos seguidores siguen hasta el día de hoy organizados en la Iglesia Morava.
El estadista internacional Dag Hammarskjold (18 de septiembre) se crió en la “sociedad luterana” de Suecia, pero logró integrar elementos del budismo en una visión y una lucha a favor de todos los pueblos del mundo.
Así, mujeres y hombres dedicados a las más variadas actividades, desde Cristo hasta hoy nos son señalados como dignos de imitar. Cada iglesia protestante probablemente elaboraría un listado diferente; y probablemente habría mucha convergencia. Así somos los protestantes y así son nuestros “santos protestantes”.
KENT MAHLER
Obispo Luterano, Managua