Testamento espiritual del P. Josimo Moraes Tavares

TESTAMENTO ESPIRITUAL
del P. Josimo Moraes Tavares


10º aniversario

Fue asesinado el 10 de mayo de 1986. Catorce días antes, el 27 de abril, con ocasión de la asamblea diocesana, en Tocantinópolis, Brasil, había pronunciado este testamento.

Pues sí, amigos, yo quiero que ustedes entiendan que lo que está sucediendo no es fruto de ninguna ideología o facción teológica, ni fruto de mí mismo, o sea, por mi personalidad. Creo que el porqué de todo esto se resume en cuatro puntos principales:

1. Por haberme llamado Dios con el don de la vocación sacerdotal y yo haberle correspondido.

2. Por haberme ordenado sacerdote el obispo Dom Cornelio.

3. Por el apoyo del pueblo y del párroco de Xambioá, que entonces era el P. João Caprioli, que me ayudaron a vencer en los estudios.

4. Por haber asumido yo esta línea de trabajo pastoral que, por la fuerza del Evangelio, me llevó a comprometerme en esta Causa a favor de los pobres, de los oprimidos e injusticiados.

*«El discípulo no es mayor que el Maestro»

*«Si me persiguen a mí, les perseguirán también a ustedes»…

*Tengo que ser consecuente. Ahora estoy empeñado en la lucha por la Causa de los pobres campesinos indefensos, pueblo oprimido por las garras del latifundio. Si me callo, ¿quién los defenderá?, ¿quién luchará a su favor?

*Yo por lo menos nada tengo que perder. No tengo mujer, hijos, ni riqueza; nadie llorará por mí…

*Sólo me da pena de una cosa: mi madre, que solamente me tiene a mí, y a nadie más por ella. Pobre. Viuda. Pero ustedes quedan, y cuidarán de ella.

*Ni el miedo me detiene. Es hora de asumir las responsabilidades. Muero por una justa Causa.

*Ahora quiero que ustedes entiendan lo siguiente: todo esto que está sucediendo es una consecuencia lógica de mi trabajo en la lucha y defensa de los pobres, por el Evangelio, que me ha llevado a comprometerme hasta las últimas consecuencias.

*Mi vida no vale nada ante la muerte de tantos pobres labradores asesinados, violentados, expulsados de sus tierras; dejando mujeres e hijos abandonados, sin cariño, sin pan y sin hogar.