Textos Antológicos sobre religión
Textos Antológicos sobre religión
Uno de los aspectos más inquietantes del Mundo actual es la generalizada insatisfacción que en él se manifiesta, y de un modo además creciente, por lo que atañe a la religión. En este momento no hay huella alguna sobre la Tierra de una fe en estado de expansión; tan sólo aquí y allí diversos Credos prácticamente estabilizados, cuando no se hallan en vías de clara regresión. No es que el Mundo se esté enfriando: ¡síquicamente jamás estuvo más ardiente! No es que el Cristianismo haya perdido nada (todo lo contrario) de su capacidad de seducción absoluta: se puede probar su extraordinario poder de adaptabilidad y de control.
Mas he aquí que, indudablemente, por alguna oscura razón, hay algo que «no marcha» en nuestro tiempo entre el ser humano y Dios, tal como Dios se le presenta al ser humano de hoy. Todo acontece hoy día como si el Ser Humano no tuviera exactamente ante sí la figura del Dios que desea adorar...
P. Teilhard DE CHARDIN, El porvenir del hombre, 320.
La palabra «Dios»...
...es la más cargada de todas las palabras humanas. Ninguna ha sido tan mancillada, tan mutilada. Precisamente por ello no voy a renunciar a ella. Generaciones de hombre y mujeres han hecho rodar sobre esta palabra el peso de su vida angustiada, y la han oprimido contra el suelo. Yace en el polvo, y soporta el peso de todas esas personas. Las generaciones de hombres, con sus partidismos religiosos, han desgarrado esta palabra. Por ella han matado y han muerto. Y tiene marcadas en sí las huellas de los dedos y la sangre de todos ellos. ¡Dónde iba a encontrar yo una palabra que se pareciera, para designar a lo más alto! Si tomo el concepto más puro y más radiante del más íntimo tesoro de los filósofos, no podría encontrar en él más que una imagen conceptual que a nada me habría de obligar. Pero no podría infundir en él la presencia a la que yo me refiero: la Presencia de Aquel a quien las generaciones de los hombres han honrado y escarnecido con su estremecedor vivir y morir.
M.BUBER, Gottesfinsternis, München 1962, 509-510.
«El Dios que todos llevamos,
el Dios que todos hacemos,
el Dios que todos buscamos
y que nunca encontraremos».
Antonio MACHADO
Soy un no creyente
profundamente religioso.
De alguna forma,
ésta es una nueva clase de religión.
Albert EINSTEIN
Dios es el silencio del universo,
y el ser humano,
el grito que da sentido a ese silencio.
José SARAMAGO
¿POR QUÉ NO CAMBIAS DE DIOS?
Para cambiar de vida
hay que cambiar de Dios.
Hay que cambiar de Dios
para cambiar la Iglesia.
Para cambiar el Mundo
hay que cambiar de Dios.
Pedro CASALDÁLIGA
Tal vez ‘cambiar de Dios’ -por exigencia de la misma fe cristiana- sea el desafío más profundo y más urgente para las Iglesias cristianas en el servicio mayor al Reino, al Proyecto de Dios.
CASALDÁLIGA, Pedro, O macroecumenismo e a proclamação do Deus da vida, en TEIXEIRA (org), O diálogo inter-religioso como afirmação da vida, Paulinas, São Paulo 1997, pág. 35.
Religión es un sentimiento de lo numinoso, de lo ‘totalmente otro’, del ‘mysterium tremendum et fascinans’. Rudolf OTTO.
La religión esconde el rostro de Dios. Martin BUBER.
Es un sistema de creencias y prácticas del que un grupo de personas se sirve para afrontar los problemas últimos de la vida humana. J.M. YINGER.
Es la creencia en seres espirituales. E.B. TYLOR.
Religión es lo que el individuo hace con su soledad (...) Instituciones, iglesias, ritos, biblias, códigos de conducta... son los adornos de la religión, sus formas pasajeras. Alfred N. WHITEHEAD.
Religión es la presencia en el mundo de algo espiritualmente mayor que el propio ser humano. (...) La meta del ser humano es buscar comunión con la presencia que está por detrás de los fenómenos. Arnold TOYNBEE.
La religión es una ilusión. Sigmund FREUD.
Es el suspiro de la criatura oprimida, el sentimiento de un mundo sin corazón, el alma de un mundo sin alma; es el opio del pueblo. Karl MARX.
Religión es un sistema unificado de creencias y prácticas relativas a cosas sagradas, o sea, cosas separadas y prohibidas, creencias y prácticas que unen en una única comunidad, llamada Iglesia, a todos los que a ellas se adhieren. Emile DURKHEIM.
Religión es un anhelo revolucionario, un impulso psicosocial para generar una nueva humanidad. Aloysius PIERIS.
Religión es una cosa para el antropólogo, otra para el sociólogo, otra para el psicólogo (¡y otra para otro psicólogo!). Una cosa para el marxista, otra para el místico, otra para el zen-budista y otra todavía para el judío o el cristiano. Existe por consiguiente una gran variedad de teorías religiosas sobre la naturaleza de la religión. No hay, por tanto, ninguna definición universalmente aceptada de religión, y posiblemente nunca la habrá. John HICK.
Las religiones hablan con una autoridad absoluta que no se expresa solamente a través de palabras y conceptos, doctrinas y dogmas, sino también a través de símbolos y oraciones, ritos y fiestas, tanto de forma racional como emocional. Las religiones poseen medios para moldear la existencia humana no solamente de una élite intelectual, sino también de amplios segmentos de la población. Y eso de una forma históricamen-te experimentada, culturalmente adecuada e individualmente concretizada. La religión no puede posibilitar todo, pero puede abrir y proporcionar un ‘plus’ en términos de vida humana.
* La religión consigue transmitir una dimensión más profunda, un horizonte interpretativo más abarcador frente al dolor, a la injusticia, a la culpa y a la falta de sentido. Consigue también transmitir un sentido de vida último ante la muerte: el sentido de dónde viene y a dónde va la existencia humana.
* La religión consigue garantizar los valores más elevados, las normas más incondicionales, las motivaciones más profundas y los ideales más sublimes: el sentido (por qué) y el objetivo (para qué) de nuestra responsabilidad.
* A través de símbolos, rituales, experiencias, objetivos comunes, la religión consigue crear una patria de confianza, de fe, de certeza, de autoestima del yo, de abrigo y de esperanza: una comunidad y una patria espiritual.
Hans KÜNG, Projeto de ética mundial, Paulinas, São Paulo 32001, p. 81-82.
«En el mundo moderno, la religión es una fuerza central, tal vez ‘la’ fuerza central que motiva y moviliza a las personas. Lo que en último análisis cuenta para las personas no es la ideología política ni el interés económico; aquello con que las personas se identifican son las convicciones religiosas, la familia y los credos. Por estas cosas combaten y hasta están dispuestas a dar su vida».
Samuel P. HUNTINGTON, Foreign Affaires, nov-dic 1993, 186ss