Vivir bien, el gran paradigma indígena

Vivir bien, el gran paradigma indígena

Gregorio Iriarte


Queremos proponer algunas reflexiones sobre el «Buen Vivir». Es un antiguo paradigma que nos muestra la sabiduría ancestral de los pueblos indígenas americanos, así como su identidad.

- El Buen Vivir o Vivir Bien contiene un mensaje universal y esperanzador frente a un mundo que va perdiendo sus valores morales más profundos e importantes.

Se nos presenta como alternativa al «vivir mejor» de la cultura occidental. El «vivir mejor» lo relacionamos con los ingresos personales, el consumo y las satisfacciones que nos ofrece la tecnología moderna. El Buen Vivir hace relación a la armonía con todos nuestros hermanos, con las diferentes culturas, con Dios y con la naturaleza.

- Frente a la modernidad con su fe ciega en el progreso, el Buen Vivir (Suma Qamaña en aymara y Sumak Kawsay en quechua) ofrece vivir de manera diferente, abiertos a todo el mundo y a todas las personas, en busca de una sociedad más fraternal, igualitaria y justa. Es un nuevo paradigma, con una lógica muy distinta a la mentalidad «post-moderna», tremendamente individualista y economicista.

- El Buen Vivir nos puede ayudar a percibir la realidad y los mitos ancestrales, no de un modo rígido según nuestras categorías, sino como un incentivo al diálogo abierto con distintas culturas. Es una invitación a relacionarse de un modo distinto con «el otro», aceptando y respetando tanto la igualdad como las diferencias.

Este nuevo paradigma pone en tela de juicio los grandes proyectos de la modernidad. Buen Vivir propone otro estilo de vida fundamentado en la ética de la convivencia en base a pactos y alianzas.

- También nos invita a ceder protagonismo a favor de los nuevos actores para construir, más allá de los dogmatismos políticos y de la corrupción imperante, una sociedad donde estén presentes el bien común, la solidaridad, la subsidiariedad, la equidad, la pacífica convivencia, etc.

- Implica también una reformulación de todo el proyecto educativo para una auténtica formación. Podría servirnos como una actualización en nuestro medio de los cuatro principios básicos propuestos por la UNESCO: a) aprender a aprender. B) aprender a ser, c) aprender a hacer, y d) aprender a convivir.

- Vivir bien se traduce en un imperativo ético y en una red de solidaridad para superar las desigualdades, devolver la dignidad a todas las personas y elevar la autoestima de los que se encuentran deprimidos. Es luchar para hacer posible la gran Utopía de la fraternidad universal entre todos los pueblos y razas.

- Sin embargo, no todo es tan simple. Nos rodean también muchas ambigüedades. Está presente, por ejemplo, la paradoja aymara: por una parte un fuerte sentido comunitario, pero, por otro lado, un creciente individualismo que debilita y hasta anula los vínculos de solidaridad.

- Es evidente que lo que nos propone el vivir bien está muy lejos de ser una realidad concreta de nuestras comunidades aymaras. Es un ideal, un gran proyecto cultural que nos puede llevar a una interpelación ética frente a la crisis de valores de nuestra cultura moderna.

Gregorio Iriarte

Cochabamba, Bolivia