El papel de las mujeres en la transformación social.
Yolanda Chávez, Los Ángeles, California, Estados Unidos
El papel de las mujeres en la transformación social: desde las luchas organizadas para exigir sus derechos fundamentales, hasta la práctica de la sororidad como una herramienta política para la transformación social
A lo largo de la historia las mujeres han sufrido la violencia y la falta de respeto a sus derechos fundamentales a la sombra del patriarcado. Desde esa realidad social, política, económica y cultural, ellas han ocupado un papel secundario en todos los niveles dado que el sistema patriarcal permeó en todos aquellos ámbitos desde los cuales los hombres pudieran tomar control y ejecutar el poder. De manera que las luchas de las mujeres para transformar sus realidades sociales nacen organizándose y exigiendo sus derechos fundamentales.
Ellas comenzaron a organizarse para hacerse escuchar, visibilizarse y exigir reconocimiento a sus derechos más básicos. Las voces de las mujeres que luchaban en los Siglos XVIII-XIX por sus derechos civiles, se pronunciaban así: “Sin derechos civiles para las mujeres no hay revolución”; en la 2ª mitad del S. XIX - primer tercio del s. XX, sus voces luchaban por los derechos políticos: “Sin derechos políticos para las mujeres no hay paz ni democracia.”; en la segunda mitad del siglo XX y comienzos del XXI, sus voces exigían derechos sociales: “Sin derechos sociales para las mujeres no hay derechos humanos ni justicia”.
El 2017, los pronunciamientos femeninos pasaron de exigir derechos a exigir justicia hasta llegar no solo a los tribunales sino a la conciencia del colectivo social. El movimiento Me Too iniciado por mujeres como hashtag en las redes sociales, se organizó para denunciar las agresiones y los acosos sexuales de los que habían sido víctimas por parte de un productor de cine en Hollywood. La frase Me Too utilizada en ese pronunciamiento, animó a tantas otras mujeres a tuitear sus experiencias para demostrar la naturaleza extendida de ese comportamiento misógino.
La transformación social desde las modificaciones de los Códigos penales
En Chile, el proyecto “sin consentimiento es violación” respaldó a la idea de legislar desde la Comisión de Mujer y Equidad de Género, un proyecto de ley para modificar el Código Penal en materia de tipificación del delito de violación. Tras varias jornadas de audiencias públicas, la Comisión Especial Encargada de conocer iniciativas y tramitar proyectos de ley relacionados con la mujer y la igualdad de género, respaldó por unanimidad este proyecto de ley que modifica el Código Penal en materia de tipificación del delito de violación y que es conocido también como “sin consentimiento es violación”.
Legislar para prevenir, atender y sancionar la violencia en el ámbito familiar
La violencia sexual que han padecido millones de niñas y mujeres en México constituye un grave atentado a los derechos civiles, políticos y sociales. Es un atentado contra todos los derechos humanos. Hasta hace poco tiempo esa arraigada y denigrante práctica había encontrado en el “respeto a la vida privada” el principal argumento de las instituciones del Estado para mantenerse al margen, propiciando con ello que a diario, a lo largo y ancho del país, se escribieran interminables historias de vejación, dolor y muerte.
En la década de los noventa el movimiento de mujeres, acompañado por la academia y organizaciones de la sociedad civil afines a la causa reivindicatoria de los derechos humanos de las mujeres, lograron posicionar en la agenda pública el tema del combate a la violencia, especialmente la que se manifiesta en el ámbito familiar.
Con el respaldo de la ciudadanía, el movimiento de mujeres recogió esta preocupación y planteó al Congreso local la urgente necesidad de legislar para prevenir, atender y sancionar la violencia en el ámbito familiar. Actualmente 28 entidades federativas cuentan con una ley en la materia; 30 han establecido como delito la violencia familiar y muchas han creado mecanismos de seguimiento.
Reconociendo en la historia los pasos que las mujeres han avanzado en la lucha para transformar sus realidades sociales desde el momento que comienzan a organizarse para exigir sus derechos fundamentales, viene a la mente las preguntas: sin esos movimientos ¿habría sido posible la transición hacia modelos de justicia social igualitaria para hombres y mujeres? ¿Sin las mujeres es posible la transformación social?, ¿podemos entonces considerar que la práctica de la sororidad es una poderosa herramienta de transformación social?
Actualmente las mujeres se organizan en colectivas sororales con propósitos muy específicos ya que en cada una de ellas hay una causa en particular que las hermana, como las madres que buscan a sus hijas e hijos desaparecidos por el crimen organizado en México; la colectiva que luchan contra la violencia digital que viven las mujeres en las redes sociales; la colectiva Caminantas, mujeres migrantes quienes se acompañan, se informan y se protegen entre ellas mientras habitan una tierra que no es la suya; las activistas medioambientales; las que legislan por su derecho para conseguir la aprobación de leyes que protejan a las mujeres del abuso y la violencia, entre tantas otras colectivas.
La Era post pandémica está marcando un parteaguas en el papel de las mujeres en la transformación social en sus distintos movimientos. La acción de exigir justicia de los siglos pasados para conseguir derechos civiles, políticos y sociales se ha transformado ahora en la labor de organizarse ya no para exigir, sino para tejer redes de apoyo sororales. Redes que juegan un papel fundamental en la transformación social.